Montevideo, 26 de octubre. La corte electoral uruguaya finalizó esta tarde el escrutinio de votos que puso fin a todas las especulaciones de diversos sondeos y estableció que el Frente Amplio (FA) ganó con 47.49 por ciento de los votos, seguido del Partido Nacional (Blanco), con 28.54, y en tercer lugar por el Partido Colorado, con 16.67, con lo que confirmó el paso a una segunda vuelta el próximo 29 de noviembre.

El gobernante FA ganó cómodamente en 11 departamentos del país, y en esta capital obtuvo 56.29 por ciento de los votos, con una gran diferencia sobre el segundo contendiente, el Partido Nacional (PN), que logró 21.71 por ciento.

En la segunda vuelta se enfrentarán la fórmula frenteamplista de José Mujica-Danilo Astori y la del PN, de Luis Alberto Lacalle-Jorge Larrañaga, que tiene el apoyo de la dirigencia colorada, pero queda por ver cómo será la actuación de las bases de estos dos últimos partidos, acostumbrados a enfrentarse históricamente hasta que la irrupción triunfante del izquierdista Frente Amplio acabó con el bipartidismo aquí.

Pepe Mujica se mostró satisfecho con esta victoria, que separa al FA con casi 20 por ciento de los votos de su mayor contendiente, pero también recordó cómo se reformó la Constitución en un acuerdo entre blancos y colorados a finales de los años 90 para cerrarnos el paso, por lo cual los ganadores en condiciones como ésta, con tanta distancia sobre sus seguidores, deben ir a una segunda vuelta.

Es vergonzoso que un partido que gane con más de 47 por ciento deba ir a segunda vuelta, dijo el senador Mujica, ex guerrillero del Movimiento Tupamaros en los años 60-70, y ex prisionero de la dictadura.

Sobre los plebiscitos faltó información, admite el FA

Con relación a los plebiscitos que conformaron también el proceso electoral del domingo pasado, uno de ellos para lograr la nulidad de la ley de caducidad que legalizó de alguna manera la impunidad para los responsables de delitos de lesa humanidad durante la pasada dictadura militar (1973-1985), y el otro para posibilitar que votaran por correo más de medio millón de uruguayos que viven fuera del país, Mujica consideró que no alcanzaron los votos necesarios por la misma dinámica de la elección presidencial, y esto no permitió que todos los votantes estuvieran debidamente informados.

El Partido Colorado, pese a haber mejorado mucho su votación, no ganó en ningún departamento, ni siquiera Rivera, su bastión.

Por su parte, Danilo Astori, el candidato a vicepresidente del FA y ex ministro de Economía del actual gobierno frenteamplista de Tabaré Vázquez, expuso que en la segunda vuelta electoral ya no se tratará de un enfrentamiento partidista, sino que se enfrentarán dos modelos del país, uno hacia el futuro y otro con las rémoras de un pasado que no pudo lograr la justicia social, entre otros elementos claves de una democracia superadora.

También llamó a “seguir adelante con más energía.

“Lo que está en juego es tan importante, tiene tanto que ver con nuestra historia, con los grandes retos que hemos asumido, que vale la pena ponernos nuevamente en marcha (…) La historia de los uruguayos es de sacrificios y de grandes marchas por sus ideales”, y expresó que está convencido de que el actual gobierno del FA ha sido el mejor que ha conocido el país en muchas, muchas décadas, y difícilmente habrá un uruguayo que haya conocido otro gobierno con mejores resultados económicos, sociales, culturales y educativos.

Para el ex ministro la segunda vuelta resultará un verdadero plebiscito sobre el primer gobierno progresista y, especialmente, sobre un proyecto nacional que está en construcción.

El ministro de la Corte Electoral, Wilfredo Penco, explicó que tardará en definirse la composición de las bancadas en las cámaras de diputados y senadores que todavía no están definidas, aunque hay una tendencia que da la mayoría al FA. El sistema para designar las bancadas es especialmente complejo en Uruguay, donde es necesario esperar al escrutinio departamental para dar los resultados finales.

La página digital del semanario Brecha consideró que el FA cosechó algo parecido a una derrota al no ganar en primera vuelta. Sin embargo, eso no fue capitalizado por los blancos, que descendieron en votos respecto de las elecciones pasadas. El bloque progresista y el conservador, como en una disputa de trincheras, se mantienen más o menos en los mismos porcentajes del pasado. El colorado Pedro Bordaberry se erige como el líder ascendente de la derecha, pero aún está en un lejano tercer lugar.