Los tres programas de inversión más importantes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se reducirán en una tercera parte para el próximo año; en cambio, casi se duplicará el gasto para la compra de automóviles y se continuará con la tendencia de asignar recursos crecientes a la compra del edificio sede del organismo, revela un análisis de la Coordinación de Medio Ambiente del PRD en la Cámara de Diputados.

De acuerdo con el estudio, el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2010 plantea para el Programa de Rehabilitación y Modernización de Distritos de Riego pasar de mil 94 millones de pesos que dispuso en 2009, a 705 millones 580 mil pesos en 2010. Significa que disminuirá sensiblemente el avance de los proyectos de reconversión de los sistemas de riego en las zonas agrícolas, donde actualmente se registra un desperdicio de hasta 67 por ciento del agua.

El Programa de Agua Potable y Alcantarillado en Zonas Urbanas (Apazu) pasará de 5 mil 998 millones en 2009, a 3 mil 862 millones en 2010. La principal afectación será para el Distrito Federal, entidad a la que Conagua ya le asignó 280 millones de pesos para el próximo ejercicio.

Drástico recorte al DF

La capital del país contó este año con mil millones de pesos para la rehabilitación de redes de agua potable, las cuales tienen una antigüedad de 40 a 50 años. La única vía de financiamiento de estas acciones es el Apazu, resalta el análisis elaborado por Miguel Ángel Montoya, asesor de los diputados perredistas.

El otro programa afectado con el recorte propuesto por el Ejecutivo en el PEF es el Fondo Concursable para el Tratamiento de Aguas Residuales, el cual bajará de 2 mil 505 millones a mil 950 millones de pesos entre 2009 y 2010. En este caso la reducción equivale a 22.1 por ciento.

Llama la atención, señala el estudio, que los recortes presupuestales afecten a los programas de inversión en lugar del gasto corriente (adquisiciones o salarios). Detalla que el PEF 2010 asigna sólo 50 millones de pesos a la partida B00 U19 –de nueva creación– para el rescate de los acuíferos sobrexplotados; en cambio plantea una erogación de 62 millones 244 mil pesos para la compra de automóviles nuevos. Este monto representa casi tres veces lo destinado al programa Apazu de Baja California Sur.

La compra de automóviles nuevos puede justificarse ante el vencimiento de su vida útil (cinco a 10 años), el problema es que de 2007 a 2009 la Conagua ha dispuesto de 37 millones de pesos anuales, aproximadamente, para la renovación de su parque vehicular.

En relación con los recursos que la Conagua utilizará para cumplir con el contrato de compraventa de su edificio sede, el análisis del PRD advierte sobre las variaciones que cada año se registran en el monto del costo total.

Mientras en 2007 el PEF reportaba que el también conocido como edificio Águila costaba mil 774 millones 332 mil pesos, para 2008 subió a mil 836 millones 434 mil pesos, y en 2009 el monto fue de mil 924 millones 584 mil pesos. Para 2010, la cantidad se eleva a casi 2 mil 17 millones de pesos.

De acuerdo con Miguel Ángel Montoya, lo que explica el encarecimiento del inmueble es que en el contrato la Conagua haya aceptado pagar, además de intereses, el diferencial de inflación. Esto significaría que los más de 75 millones de pesos que cada año se ha asignado al organismo dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente para el pago de la deuda a Bancomer, se han aplicado a cubrir el incremento inflacionario e intereses, mientras los abonos a la deuda principal han sido mínimos.