Riviera Maya, QR, 23 de octubre. La Ley de Ingresos aprobado por la Cámara de Diputados, que incluye alza de impuestos y la creación de otros, es lo contrario a lo que se está realizando en otros países que han aplicado políticas contracíclicas. Con este programa fiscal se recrudecerá la recesión y el desempleo y se ampliará el periodo de la crisis, aseguró Jesús Silva Herzog, ex secretario de Hacienda.

El también ex embajador de México en Estados Unidos, dijo que primero tenemos que reconocer cuál es el problema fundamental del país, que es primero salir de la recesión, lo que implicará una caída de la economía de entre 6 y 8 por ciento.

Lo que más preocupa, dijo, son los altos niveles de desempleo. Creo que vamos a terminar el año con 3 millones de desempleados, lo cual plantea un problema económico, social y político, apuntó.

En entrevista, afirmó, que la política económica debe enfocarse a salir de la recesión, pero esto implica aplicar una política contracíclica, en donde se establezca un estímulo al gasto público, en infraestructura económica y social, tal como lo están haciendo otros países del mundo, como Estados Unidos, Inglaterra, España, China o Brasil, que están enfocados en salir de los efectos negativos de la crisis. En México, agregó, estamos actuando a contrapelo, con un objetivo claro en el paquete económico y en la Ley de Ingresos que responde a una finalidad recaudatorio.

Lo que estamos aprobando en la Cámara de Diputados es un paquete fiscal recaudatorio, donde lo que se busca es incrementar el ingreso del gobierno para tratar de cubrir un boquete financiero del año que entra, derivado de la caída de la producción petrolera y la baja en los impuestos como consecuencia de un menor ritmo de actividad económica.

Estamos haciendo lo contrario de lo que estamos observando en el resto del mundo. Yo creo que estamos equivocados y podemos prolongar la crisis o la recesión por un tiempo más amplio de lo que pudiéramos lograr con un cambio de política económica.

Señaló que el paquete económico afectará el consumo y los ingresos de las familias con tasas que se aplican a personas que ganan poco más de cuatro veces el salario mínimo. O sea le pega a todo mundo.

No entiendo, reconoce, lo que estamos haciendo, que en otra circunstancia ameritaría otro tipo de tratamiento. Se tendrían que reducir impuestos para dinamizar el consumo interno y aumentar el gasto público lo cual implicaría un déficit mayor. Pero seguimos con el dogmatismo de mantener el déficit en 0.5 por ciento y ahora incrementado en la Cámara de Diputados a 0.75 por ciento del PIB; esto es muy poco a lo que creo que el país necesitaría. El déficit público podría aumentarse a 3.5 o 4.0 por ciento y no pasaría nada.