Cuatro presuntos sicarios murieron y siete más fueron detenidos luego de un enfrentamiento con elementos del Ejército ayer por la mañana en las inmediaciones del municipio de Tlapehuala, Guerrero.

Después del tiroteo, que duró unos 20 minutos, los soldados decomisaron armas y cinco vehículos. Mientras, en Ciudad Altamirano, desconocidos acribillaron con rifles AK-47 a Domingo Hernández.

En Michoacán, militares catearon el rancho San Francisco de Asís, en el municipio de Ecuandureo, y se incautaron de cuatro vehículos blindados, dos camionetas de lujo, siete armas, cinco granadas, dos tigres de bengala y aves exóticas. Tres sujetos fueron detenidos.

En otro operativo castrense, que tuvo lugar en el municipio de Apodaca, Nuevo León, fue capturado Carlos Adrián Martínez Muñiz, El Borrado, uno de los presuntos líderes de Los Zetas en la entidad.

Este sujeto tenía en su poder una lista con los nombres de miles de supuestos integrantes de dicho grupo delictivo distribuidos a lo largo del país, a quienes desde Nuevo León se les realizaban depósitos bancarios.

Ese jueves, el crimen organizado ultimó a 13 personas en Chihuahua –incluidos una menor de edad y Ricardo Avendaño, custodio del penal estatal–, Sinaloa, e Hidalgo, donde una de las dos víctimas documentadas era policía. En Aguascalientes, un hombre y una mujer fueron levantados por un comando.

Por otro lado, una mujer que transportaba un cargamento de cocaína con valor de un millón de dólares fue arrestada por agentes aduanales de Estados Unidos en la garita internacional Andrade-Los Algodones, en los límites entre Baja California y Arizona.

S. Ocampo, E. Martínez, D. Carrizales, R. Villalpando, J. Valdez, C. Camacho, C. Bañuelos y A. Heras