El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, manifestó que el paquete fiscal aprobado por la Cámara de Diputados fue muy bueno, responsable y patriota.

Entrevistado en el Senado al término de la ceremonia de entrega de la medalla Belisario Domínguez, sostuvo que la consolidación fiscal aprobada por los diputados no es anticonstitucional, pues se cuidaron muy bien todos los aspectos y tenemos la seguridad de que es un acuerdo sólido.

Lo anterior, luego de que se le pidió su opinión sobre la advertencia de empresarios de recurrir al amparo por la retroactividad contemplada en las modificaciones al sistema de consolidación fiscal.

Después, ante medios de comunicación, leyó una declaratoria sobre la posición de Hacienda en torno al paquete fiscal.

En el auditorio Gustavo Petriccioli, en las instalaciones de Nacional Financiera, Carstens manifestó que el gobierno reconoce el profundo espíritu de responsabilidad que privó en los trabajos de la Cámara de Diputados en la aprobación de la Ley de Ingresos de la Federación y advirtió que si no logramos elevar la recaudación pondremos en serio riesgo la estabilidad macroeconómica del país.

En tanto, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, calificó de valiente y patriótica la discusión que llevó a los acuerdos alcanzados en San Lázaro sobre el paquete fiscal.

Ambos funcionarios presentaron un mensaje ante los medios de comunicación, lo que al menos por espacio de 15 minutos devolvió a las finanzas públicas su carácter de economía política.

Primero en el turno, Carstens aseguró que la Ley de Ingresos de la Federación y las modificaciones al Código Fiscal aprobadas por diputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) preservan lo esencial: la solvencia de las finanzas públicas del país.

Dicha solvencia, apuntó, no es un fin en sí mismo, sino que es un requisito para alcanzar metas más elevadas, como el crecimiento económico sostenido, la creación de empleos y el abatimiento de la pobreza.

Con una mayoritaria votación de diputados de PRI y PAN, en la madrugada del pasado día 21 se aprobaron modificaciones fiscales que elevarán de 15 a 16 por ciento en el impuesto al valor agregado, la aplicación de un nuevo gravamen de 3 por ciento a las telecomunicaciones, aumentos en el impuesto especial sobre producción y servicios, alza a 3 por ciento en el impuesto sobre depósitos en efectivo, así como el incremento de 28 a 30 por ciento en la tasa de aplicación del impuesto sobre la renta y modificaciones al Régimen de Consolidación Fiscal, entre otras nuevas aplicaciones que han generado malestar en amplios sectores de la población y del empresariado.

Carstens aseguró que, en materia fiscal, lo aprobado en San Lázaro ayuda a enfrentar el doble desafío de, primero, reducir la elevada dependencia de las finanzas públicas respecto del petróleo y, segundo, fortalecer nuestra estructura tributaria.

Advirtió que la inestabilidad destroza cualquier opción de crecimiento sostenido, dispara la inflación, eleva las tasas de interés, ahuyenta a los inversionistas y cancela los empleos.

Enfatizó: la inestabilidad macroeconómica afecta mucho más a quienes menos tienen y es a partir de esta realidad como debe evaluarse lo que propuso el Ejecutivo y lo aprobado por la Cámara de Diputados.

El segundo en declarar fue Gómez Mont, quien sostuvo: México exige de los políticos la mayor de las responsabilidades, aun cuando implique en el corto plazo incomprensión.

En tono similar a Carstens, ponderó que la capacidad de los partidos para anteponer el interés nacional sobre los intereses partidistas ha sido la base sobre la cual se ha alcanzado el acuerdo.

Exaltó: México está demostrando, y puede demostrar, que su clase política asume con realismo diagnósticos difíciles y está dispuesta a asumir la responsabilidad de tomar aquellas medidas que tiendan, en el mediano y largo plazos, a generar una mejor expectativa de futuro.

Reiteró su absoluto respeto a los acuerdos alcanzados, que en sí mismos significan una conducta patriótica de todos los actores, pues no fueron decisiones fáciles.