Fuentes diplomáticas no descartan un acuerdo entre ambos para evitar un desgaste social
EU, Francia y GB elogian el gesto de estadista
del presidente afgano y soslayan el fraude
Organizar los comicios para el 7 de noviembre sería un reto colosal
, admite Ban Ki-moon
Miércoles 21 de octubre de 2009, p. 22
Kabul, 20 de octubre. Este martes, dos meses después del día en que el pueblo de Afganistán emitió sus votos para presidente, Hamid Karzai por fin cedió ante la intensa presión internacional y de mala gana accedió a una segunda vuelta electoral, el mes próximo.
Washington, Londres y París elogiaron su gesto de estadista
de acceder a una segunda vuelta el 7 de noviembre con su rival, Abdullah Abdullah. Ninguno mencionó el extenso fraude que llevó a los auditores de la Organización de Naciones Unidas a despojar a Karzai de casi la tercera parte de los sufragios obtenidos. Al lado del líder afgano en Kabul, el senador estadunidense John Kerry lo felicitó por transformar “un momento de enorme incertidumbre… en un momento de gran oportunidad”.
Sin embargo, prevalece la incertidumbre. Hay dudas importantes respecto de cómo organizar una segunda ronda en menos de tres semanas, algo que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reconoció que sería un reto colosal
. En Nueva York, el funcionario dijo: Hemos aprendido lecciones muy valiosas, pero dolorosas, de la primera elección. No debemos repetir lo que hicieron la vez pasada
.
Dudas sobre poder evitar más embustes
Sin embargo, hay severas dudas de que el fraude que plagó la elección del 20 de agosto –cuando las urnas fueron rellenadas y en algunos lugares los resultados sobrepasaron el número de votantes– pueda evitarse la próxima vez. Más de 200 funcionarios electorales corruptos han sido despedidos, pero la Comisión Electoral Independiente ha estado tan concentrada en el estira y afloja sobre los resultados de la primera ronda, que prácticamente no ha hecho nada para procurar que los miles de empleados de medio tiempo que necesitará para operar las casillas de la segunda vuelta sean más competentes o imparciales que la vez anterior.
La noche de este martes, las fuentes diplomáticas no descartaban un acuerdo entre Karzai y Abdullah que elimine de plano la necesidad de una segunda ronda potencialmente desgastante. El anuncio de la fecha de la segunda vuelta se retrasó varias horas, mientras continuaban las negociaciones sobre la forma de compartir el poder, pero las fuentes señalaron que las partes no han logrado encontrar suficiente terreno en común. Un diplomático de la ONU comentó que las pláticas entre los dos candidatos se reanudarían este miércoles.
El veredicto de la Comisión Electoral Independiente Afgana redujo de 54.6 a 49.7 por ciento la proporción de sufragios a favor de Karzai en la primera ronda, menos del 50 por ciento necesario para una victoria inobjetable.
Como pashtún, el grupo étnico mayoritario en el país, es casi seguro que Karzai gane la segunda vuelta, aunque es probable que la apatía de los votantes reduzca la participación, y que persista la sombra del fraude de la primera ronda. Un acuerdo con Abdullah no sólo evitaría el quebradero de cabeza logístico de organizar la votación antes que el invierno cierre los caminos en Afganistán, sino también podría quitar el incentivo para que el talibán lance una nueva ola de ataques y permitiría a Barack Obama aumentar la presión para que se decida si se envían o no más efectivos estadunidenses para estabilizar el país.
El mensaje de la comunidad internacional es: por el bien de su pueblo, lleguen a algún acuerdo
, comentó un diplomático occidental en Kabul.
En la conferencia de prensa de este martes, Karzai se veía incómodo, flanqueado por el principal diplomático de la ONU en Afganistán, Kai Eide, y el senador Kerry, a quien se atribuye haberle sonsacado las concesiones en pláticas que se extendieron hasta avanzada la noche del lunes y buena parte del martes.
Karzai elogió el patriotismo que condujo a sus connacionales a votar pese a la intimidación del talibán, que incluyó amenazas de amputar los dedos entintados, pero hizo la menor mención posible del giro de 180 grados que acababa de dar.
La mayor dificultad del presidente para llegar a un pacto con Abdullah es complacer los intereses del mosaico de señores de la guerra y caudillos que congregó a su alrededor en su búsqueda de la relección. Muchos, como Ismail Khan, gobernador de Herat, o el general Abdulrashid Dostum, contumaz violador de derechos humanos con varios cambios de bando en su haber, sólo cerraron filas con él en el último momento. Si sienten que Karzai no les dará el poder que desean, podrían abandonarlo.
Entre tanto, Abdullah está entusiasmado por la posibilidad de la segunda ronda y sabe que se encuentra en una fuerte posición para negociar, aunque también estará sujeto a presiones. “Ir a la segunda ronda –declaró a la BBC– es exactamente lo que quiero hacer.”
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya