Expertos en materia petrolera aseguraron que los proyectos de inyección de nitrógeno a los campos Cantarell, Jujo-Tecominoacán y Samaria del complejo Antonio J. Bermúdez, ubicados en los municipios de Cunduacán, Centro y Jalpa de Méndez, Tabasco, sólo proporcionan ganancias a las transnacionales y pérdidas a nuestro país.

El grupo Ingenieros Petroleros Constitución de 1917 indicó que la prueba irrefutable de la incosteabilidad de los proyectos de inyección de nitrógeno a los campos citados está plasmada en los documentos proporcionados por el Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI).

Según los informes oficiales obtenidos con las solicitudes folios 1857500052109 y 1857500070409 para JT y 18575000522009 y 1857500070509 para Samaria se revela, por ejemplo, que en el campo Jujo-Tecominoacán la producción en junio y julio de 2009, fue de 63 mil barriles por día en promedio. El activo debería producir ahora más de cien mil barriles diarios, según las estimaciones de Pemex Exploración y Producción (PEP) que sirvieron para justificar la inyección de nitrógeno.

Actualmente se inyectan unos 90 millones de pies cúbicos de nitrógeno cada día; sin embargo, el volumen de crudo desplazado es prácticamente nulo. Adicionalmente, el gas quemado ha aumentado de enero al 17 de julio, de cuatro a 20 millones de pies cúbicos diarios, para luego bajar a 5 millones de pies cúbicos por día.

Entre enero y julio de este año se han quemado unos 3 mil 360 millones de pies cúbicos diarios de gas natural que, con un contenido de 92.7 barriles de condensados por millón de pies cúbicos, significan 326 mil barriles de condensado quemados. El precio del barril de condensados es similar al del petróleo.

Al campo Samaria también le inyecta PEP nitrógeno, con resultados indeseables similares, advirtieron los expertos petroleros. Precisaron que se inyectan cerca de 180 millones de pies cúbicos por día a partir del 15 de julio de 2008, pero antes de los tres meses, el 7 de octubre, se detectó presencia de nitrógeno en la producción, lo cual repercute en una menor recuperación de hidrocarburos.

En Samaria, el nitrógeno inyectado se ha canalizado a la producción de petróleo; sin embargo, la producción obtenida también es inferior a la calculada por PEP y ha provocado el cierre de pozos y la producción de gas natural contaminado, energético que pierde capacidad calorífica y daña los equipos de las empresas que utilizan este gas de mala calidad.

El hecho de que Ingenieros Petroleros del Grupo Constitución de 1917 previera el riesgo de la presentación imprevista del nitrógeno en los pozos vecinos a los inyectores y la reducción de la recuperación de hidrocarburos demuestra que la dirección de PEP, debido al desmantelamiento de sus recursos humanos, ha perdido, además de su capacidad operativa, capacidad de análisis, de diseño, evaluación y selección de proyectos de explotación de hidrocarburos.

Por lo anterior, los especialistas concluyen que la inyección de nitrógeno a Cantarell, Jujo-Tecominoacán y Samaria ha resultado una opción cara, inapropiada y perjudicial.