Chihuahua, Chih., 16 de octubre. Autoridades de Seguridad Interna y Aduanas de Estados Unidos detuvieron en El Paso, Texas, a Gustavo de la Rosa Hickerson, primer visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos autoexiliado hace tres semanas después de que recibió amenazas por documentar violaciones a las garantías fundamentales de familias de juarenses cometidas por parte de soldados que participan en el Operativo Conjunto Chihuahua.

Víctor Quintana Silveyra, diputado local perredista, informó que De la Rosa Hickerson fue detenido la noche del jueves cuando se disponía a cruzar el puente Juárez-El Paso debido a que las autoridades del país vecino consideran que para normalizar su estancia debe solicitar asilo político. Mientras no solicite formalmente este beneficio, deberá permanecer en calidad de detenido en el Centro de Procesos de El Paso.

El problema, dijo Quintana Silveyra, es que De la Rosa Hickerson no desea asilarse, sino regresar en condiciones de seguridad a Ciudad Juárez para continuar su labor como defensor de los derechos humanos.

Pero con su detención las cosas tomaron otro giro. Este viernes Gustavo de la Rosa solicitó a las autoridades estadunidenses ser dejado en libertad, pero de no accederse a esa petición, el visitador podría permanecer entre dos y ocho meses en un centro de detención de indocumentados, explicó.

Indicó que se utilizarán todos los recursos para demandar al gobierno de Estados Unidos su libertad inmediata y como acción urgente pidió a las organizaciones civiles y personas relacionados con la defensa de los derechos humanos el envío de cartas a todas las instancias de representación del gobierno estadunidense exigiendo su liberación.

En el ámbito nacional, sus abogados trabajan en la elaboración de un convenio entre representantes nacional y estatal, de los gobiernos y las comisiones de derechos humanos, para que se tomen medidas cautelares que protejan a De la Rosa Hickerson.

Luz Estela Castro, representante legal del visitador, responsabilizó al Ejército de la situación que enfrenta De la Rosa, “porque ha intentado reprimirlo para evitar que documente los abusos de los militares.

Fue el Ejército quien le solicitó al gobernador José Reyes Baeza que se le eliminara de la CEDH; de no ser así, el presidente de ese organismo no le hubiera exigido que se presente a trabajar, sin condiciones de seguridad, sabiendo que está amenazado.