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Presupuesto rural electorero,
Lourdes Edith Rudiño Aunque con enfoques diferentes, diputados del PRI, PRD y PAN coinciden en la necesidad de un ajuste al alza en rubros del presupuesto rural 2010. El presidente de la Comisión de Agricultura, el priista-cenecista Cruz López Aguilar, señaló que la propuesta de gasto del Ejecutivo hizo un recorte de 20 mil 400 millones de pesos sobre los programas Activos Productivos (lo que era Alianza para el Campo), Ingreso Objetivo, apoyos a diesel agropecuario y marino; infraestructura hidroagrícola y de caminos rurales, y financiamiento rural, y trasladó este monto exacto a incrementar en 50 por ciento el programa de Oportunidades y en 30 por ciento el Seguro Popular, sin haber hecho siquiera un replanteamiento o análisis de la política social. Y esto es incongruente, pues Oportunidades creció en los cinco años recientes en 59 por ciento y ahora de 2009 a 2010 lo quieren elevar en 50 por ciento, no obstante que este programa (corazón de la estrategia social desde el zedillismo) muestra ineficiencia, considerando que de 2006 a 2008 el número de pobres creció en seis millones de personas a 50.4 millones, esto es uno de cada dos mexicanos es pobre contra la relación de uno a seis que hay en el mundo. Así, el presupuesto rural se convierte en una estrategia electoral según la propuesta de Felipe Calderón “y en una reunión de la bancada del PRI con Hacienda pregunté por qué no siendo un paquete económico lo mandaron a la Cámara baja y por qué siendo electoral no lo entregaron al Instituto Federal Electoral”. Los priístas en la Cámara de Diputados impulsarán una recuperación en los rubros productivos de Agricultura y de infraestructura que afecta el plan del Ejecutivo, pues de otra forma “estaríamos perdiendo la agricultura de contrato que aplica al maíz, trigo, sorgo y cebada principalmente, y que es lo mejor que tenemos en términos de certidumbre de apoyo financiero, de asistencia técnica y de paquetes tecnológicos”. Buscarán también elevar los montos para financiamiento de la banca de desarrollo, pues, dijo Cruz López, es lógico que si hay recursos públicos escasos, lo que debe hacerse en automático es reforzar la parte financiera, que en el plan de Calderón tiene dos mil millones de pesos de reducción. Y en la parte del gasto social, los priístas “vamos a darle un redireccionamiento. ¿Por qué no utilizamos el incremento de 50 por ciento del recurso de Oportunidades para desarrollar las capacidades a nivel de traspatio y producir en los ejidos y comunidades, que tienen una vocación colectiva, y consolidar así un esquema que en el futuro podría reproducirse y hacer menos vulnerable la política social?” Por su parte, el panista Javier Usabiaga, el conocido “rey del ajo”, quien fue secretario de Agricultura de Vicente Fox en 2000-05 y ahora ocupa la presidencia de la Comisión de Desarrollo Rural de la Cámara baja, dijo que “somos muy afectos a percibir como una debacle” toda reducción presupuestal. Pero ahora, dada la necesidad de racionalizar el gasto, lo que corresponde a los diputados es hacer una contrapropuesta: en su opinión, “debemos identificar y optimizar las partidas presupuestarias donde no vemos rendimiento en políticas públicas y abonar esas partidas a los rubros donde hay preocupación en el sector agroalimentario”. ¿Cuáles son los renglones que deben incrementarse?: activos productivos, fundamentales para inducir la inversión, y promoción de mercados, pues el sector agroalimentario “es la principal fuente de divisas después del petróleo”. Según Usabiaga, también preocupa la reducción del gasto en apoyos a la comercialización. “En este rubro debemos buscar otro tipo de estrategias que den certidumbre a los productores de que van a vender su cosecha y van a tener liquidez. A lo mejor sustituir (presupuesto) por algún sistema de crédito ágil”. Para el diputado perredista Armando Ríos Piter, ex secretario de Desarrollo Rural del gobierno de Guerrero y quien fue subsecretario de la Reforma Agraria durante el foxismo, resulta incongruente que, de acuerdo con la propuesta de Calderón, México sea el único país que plantea políticas de recorte presupuestario en programas y acciones estratégicos, como es el caso del campo, y ajustes del orden de cuatro mil millones de pesos tan sólo en infraestructura hidroagrícola y de caminos (indispensables para darle integralidad a las políticas agrícolas). “Si hay una política comprobada que sirve para dinamizar la economía en tiempos de crisis es la de inversión, de infraestructura, que genera empleo y permite sacar del ciclo de caída a las economías en crisis, en especial cuando hay una situación crítica de pérdida de empleos (...) México está haciendo algo estructuralmente mal, pues somos el país que tiene peor desempeño hasta el momento en la crisis”. Criticó el sesgo hacia el asistencialismo que muestra el Presupuesto Especial Concurrente para el Desarrollo Rural (PEC). “La lógica de la Secretaría de Agricultura es que muy pocos campesinos son viables en términos económicos, y nosotros censuramos profundamente esa visión porque ha condenado desde hace más de diez años a los campesinos de zonas de alta marginación (en particular a los de zonas altas que imperan en la República) a que vivan de Oportunidades, de transferencias asistencialistas y no le apuesta a generar condiciones de transformación y desarrollo tecnológico para aprovechar que los campesinos pobres son todavía dueños de una gran parte de territorio y resguardan muchos de los recursos naturales”. La propuesta del Ejecutivo para 2010 no modifica esta visión, más bien la profundiza. Por ejemplo, en los tres años recientes “se construyó un presupuesto específico (con orientación productiva y de seguridad alimentaria) para las zonas de mayor marginación que empezó para Guerrero, Oaxaca y Chiapas y que logró tener mil 500 millones de pesos el año pasado y ahora se ve reducido a 350 millones”. Esto “deja muy claro que las prioridades en el discurso son unas, que son atender a los pobres, pero en la práctica, todo es extraordinariamente ineficiente e inercial. “Lo que este paquete económico (2010) demuestra es un interés específico de atender la problemática del gobierno de sus finanzas públicas, en lugar de utilizar la parte de presupuesto y tributaria como instrumentos para redinamizar la economía y creo que son dos cuestiones radicalmente distintas”, dijo Ríos Piter.
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