Organizaciones defensoras de las garantías básicas demandaron ayer a los senadores integrantes de las comisiones que definirán los candidatos para la presidencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) “que haya transparencia en el proceso, que no sólo se escuche a las organizaciones civiles sino que también se les tome en cuenta y que el nuevo ombudsman nacional tenga sensibilidad”.

Las organizaciones Amnistía Internacional (AI), el Centro de Derecho Humanos Fray Francisco de Vitoria, la Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH), entre otras, cuestionaron a los legisladores que hayan permitido la inscripción de candidatos que son funcionarios o ex funcionarios de la CNDH y se pronunciaron para que todas las fases del proceso sean transparentes y se nos permita participar y, sobre todo, que podamos estar presentes cuando argumenten los senadores en favor de los candidatos que presentarán como integrantes de la terna de la que se elegirá al nuevo titular de la CNDH.

En la reunión estuvieron presentes la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, la senadora del Partido del Trabajo Rosario Ibarra; el presidente de la Comisión de Justicia, el panista Alejandro González Alcocer; el senador del Revolucionario Institucional Renán Cleominio Zoreda, y el perredista Tomás Torres. Los legisladores respondieron a la exigencia de las organizaciones no gubernamentales: ustedes nos piden garantías de transparencia en el proceso. Hay todas las garantías. Tan es así que estamos en este foro y las discusiones son públicas.

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) que representan a una parte de la sociedad cuestionaron por qué los legisladores permitieron que funcionarios y ex funcionarios de la CNDH participen en el proceso de renovación, si con ellos habrá continuismo y son cómplices de la falta de transparencia en ese órgano, del dispendio y de los gastos excesivos.

También expusieron cinco características que debe reunir el nuevo ombudsman: que sea independiente de todo partido político e institución, de las iglesias, de los grupos empresariales y medios de comunicación; que su trayectoria académica tenga que ver con los derechos humanos; que se rija por los estándares internacionales; que dialogue con las organizaciones civiles; y que presente un plan de acción que sea público.

La senadora Rosario Ibarra dijo que el ombudsman debe tener sensibilidad para escuchar a todo mundo, no burocratizar el trabajo y tampoco limitarse a expedir recomendaciones. Añadió: dicen que no sé negociar, pero si ello implica arreglar algo de antemano por conveniencia de un grupo partidario, no puedo hacerlo. Por eso exijo transparencia. Muchas veces me ha tocado perder mis propuestas, es decir, yo hago sugerencias pero por votos ganan otros.

Las organizaciones civiles demandaron a los legisladores no cubrir sólo ciertas formalidades y protocolos, sino garantizar un proceso de elección que dote al nuevo titular de la CNDH de la legitimidad necesaria, que le dé autoridad moral para que sea reconocido en su trabajo.

Para cuando demandaron “queremos decidir quién será el próximo ombudsman, no sólo ser escuchados”, el senador panista González Alcocer puntualizó: No, el proceso de auscultación dice que ustedes serán escuchados, se tomará en cuenta su opinión, pero será el Senado el que decida el nombre del nuevo presidente de la CNDH.