El tabaco es el único producto de consumo humano que mata entre un tercio y la mitad de adictos crónicos. Además, en 90 por ciento de los casos genera una dependencia que puede ser igual o más severa que la producida por el uso de cocaína o heroína, aseguró el médico Eduardo Bianco, integrante de la Coalición Latinoamericana de Profesionales de la Salud para el Tratamiento de la Dependencia al Tabaco.

En conferencia de prensa, en la cual se presentó el documento Recomendaciones latinoamericanas sobre prevención y tratamiento del tabaquismo, el cardiólogo, quien se dedica desde 1994 a tratar la dependencia al cigarrillo, explicó que en el mundo más de 5 millones de personas mueren al año por enfermedades vinculadas con esa adicción.

De no tomarse las medidas necesarias y de continuar la tendencia actual a escala global, las cifras sobre enfermedades y muertes causadas por el tabaco seguirán creciendo, particularmente en los países latinoamericanos, los cuales van a soportar 70 por ciento de la carga de males y decesos relacionados con el tabaquismo.

Eduardo Bianco indicó que la mayoría de los fumadores no tienen idea clara de por qué lo siguen haciendo. Ello, pese a que 70 por ciento de adictos quieren dejar el tabaco. Agregó que tampoco se dimensiona el riesgo de consumir cigarrillos.

La mayoría de las personas no saben que sólo con fumar uno o dos tabacos al día el riesgo de sufrir un infarto agudo al miocardio se incrementa 30 por ciento. En igual proporción sucede entre quienes aspiran el humo, destacó.

En ese sentido, consideró que las medidas adoptadas por el Gobierno del Distrito Federal, de prohibir fumar en lugares de trabajo y espacios públicos cerrados, están entre las más efectivas para disminuir los daños a la salud, ya que reducen 17 por ciento el ingreso a hospitales por infarto de corazón. Además, dos tercios de esa baja ocurren entre personas que no fuman.

Agregó que esa medida, además de brindar protección a los no fumadores, incrementa los intentos por dejar la adicción. De igual forma, disminuye la edad en que los jóvenes comienzan a probar los cigarrillos.

Eduardo Bianco resaltó que el tabaquismo es una enfermedad crónica, y lamentó que los médicos no reciban capacitación para tratar ese mal. En el caso de México, Guadalupe Ponciano, integrante de la coalición y especialista de los centros de Integración Juvenil, dio a conocer que la prevalencia del tabaquismo entre los galenos es similar a la de la población en general, es decir, cercana a 27 por ciento.

En cuanto a la impresión de imágenes en las cajetillas de cigarrillos, Eduardo Bianco sostuvo que la expectativa es que ello sea pronto una realidad en México. Subrayó que, con base en lo que se comprometió el país al signar el convenio marco de la Organización Mundial de la Salud contra el tabaco, se debe prohibir por completo la publicidad de los tabacos.

Sobre el aumento de precio a los cigarros, aseguró: es la medida más efectiva para reducir el consumo y tiene un impacto mayor en tres sectores de la población: jóvenes, pobres y embarazadas.