Indígenas de 12 comunidades de la región de los Valles Centrales de Oaxaca aseguraron que el gobierno federal, por medio de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), les niega el derecho al líquido y pretende cobrarles cuotas de entre 22 mil y 24 mil pesos mensuales, con el argumento de que el consumo es excesivo.

En conferencia, los campesinos, agrupados en la Coordinadora de Pueblos Unidos por la Defensa del Agua, informaron que el miércoles pasado se reunieron con el director de Conagua, José Luis Luege Tamargo, quien no mostró interés ante su petición de modificar el Decreto de Veda de 1967 para el uso del agua en esa región.

Aseguraron que el problemáa data de 2005 y demandaron que se les permita usar el agua sin pagar cuotas y sin tramitar concesiones.

Carmen Santiago Alonso, Yanet Sofía Herrera Ambrosio, Jaime Quiroz Sánchez, Elías Santiago Hernández y Job Manuel Juárez Díaz denunciaron que mientras los tres niveles de gobierno quieren obligar a los campesinos a pagar el agua, a menos de 10 kilómetros de sus comunidades, la minera Cuzcatlán –de capital canadiense– recibe el líquido sin restricción.

Los indígenas piden que se modifique el decreto de veda para que no se les condicione el uso del agua y se reconozca que cuidan el líquido y que desde hace años trabajan en obras de captación de lluvias y construcción de pozos.

Condicionan subsidios

Informaron que la administración federal ha incurrido en autoritarismo, discriminación y falta de interés ante la escasez y la contaminación del agua en la región y les ha requerido renovar concesiones, que son muy costosas.

Además, debido a que se niegan a pagar, la Secretaría de Agricultura les exige renovar esas concesiones con la amenaza de quitar el subsidio a las tarifas de electricidad.

Las autoridades argumentan que los pagos son necesarios para la administración del agua, a lo que respondieron que administrar no sólo es cobrar, sino crear estrategias para el cuidado del recurso, lo que el gobierno no ha hecho.

El gobierno no nos da recursos para hacer un pozo, pero sí nos quiere cobrar los excedentes a precios imposibles para nosotros, señaló uno de los inconformes.