Morelia, Mich., 8 de octubre. Alamar es una película híbrida: un viaje introspectivo y minimalista sobre la relación entre padre e hijo, en la vida de unos pescadores mexicanos del Caribe, cuyo trabajo los obliga a vivir alejados de sus esposas por varias semanas.

Escrita, dirigida y fotografiada por Pedro González Rubio, la cinta plantea la simpleza de la felicidad, el retrato de ese nexo entre padre e hijo, dijo el también realizador de Toro negro, cinta que filmó junto con Carlos Armella, y del detrás de cámaras del rodaje de Babel, de Alejandro González Iñarritu.

Sobre su proyecto, González Rubio afirmó: Es el regreso a lo elemental de una filmación: cámara y sonido.

La cinta se exhibió en la sección competitiva del Festival Internacional de Cine de Morelia; narra los días en que Jorge, joven pescador maya e investigador de la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro (como confirman los productores), centro de conservación del Caribe mexicano, y Natan, su hijo, se embarcan, junto con el abuelo, en un recorrido patriarcal.

La película es de estética sencilla, pero profunda. González Rubio, quien vive en Playa del Carmen, la califica como cine betabel, porque cuando la abres tiene un color intenso. Este proyecto viene de las raíces; era regresar técnicamente: sólo cámara y audio (a cargo de Manuel Carranza). Pero también fue fundamental mostrar que la relación entre hombres no tiene que ser machista o dura, como estamos acostumbrados a verla en nuestro país. Quise demostrar la ternura que puede existir entre hombres.

El largometraje, cuenta González Rubio, se rodó en un callo, donde viven los pescadores por cierto tiempo en la mejor temporada. Las mujeres se quedan en tierra, en Chetumal o en Majahual. Además de pescadores, cerca de ahí está el centro de investigación, también promotor, junto con la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, para que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura lo considere Patrimonio de la Humanidad; esta cinta también busca aportar su grano de arena para esta promoción.

Alamar, producida por Mantarraya e Imcine, tiene una duración de 73 minutos. En la fotografía contó con el trabajo de Alexis Zabé (en la submarina, de David Torres Castilla). Sus actores no profesionales son: Jorge Machado Castro, Natan Machado Palombini, Roberta Palombini y Néstor Marín, mejor conocido como Matraca.

Cortos bicentenarios

Excelente acogida tuvieron las pequeñas historias contadas en cineminutos producidos por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) para conmemorar el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución, los cuales se proyectarán en las salas comerciales del país a partir del 16 de octubre.

La linterna mágica, de Luis Téllez; El arte de la fuga, de Fray Servando, de René Castillo; El país del juego, del fallecido realizador Rigo Mora; Viruela o bizcocho, de Karla Castañeda, y El tartufo de Hidalgo, de Rita Basulto, fueron las cinco historias que dieron inicio a este proyecto, en el que se reúne el trabajo de 150 personas aglutinadas en la productora Batallón 52, la cual cuenta con el mismo software que utiliza Disney.

En la presentación estuvieron Daniela Michel, directora del Festival Internacional de Cine de Morelia; Isaac Toporek, coordinador del proyecto; Maricarmen Tostado, coordinadora de Investigación; Carlos Gutiérrez, productor general de Batallón 52 y encargado del área de Medios Interactivos; la Cámara Nacional de Industria, Electrónica y de Tecnologías de la Información; Marina Stavenhagen, directora del Imcine; Francisco Medina, representante del gobierno de Jalisco, y los realizadores René Castillo, Karla Castañeda y Rita Basalto.