Concebido para conmemorar el 41 aniversario de la matanza estudiantil de 1968, el performance El peso de la historia, efectuado el viernes en Tlatelolco, pasó desapercibido para las decenas de miles de jóvenes estudiantes que, como cada año en esa histórica fecha, se congregaron para emprender la tradicional marcha hacia el Zócalo capitalino.

Situación, la anterior, que contrastó con el interés y expectativas que dicha acción artística, ideada y desarrollada por el artista argentino Enrique Jezik y el lituanés Redas Dirzys, suscitó entre numerosos medios de información.

Varios reporteros, fotógrafos y camarógrafos acudieron al lugar para consignar las incidencias de la obra, la cual principió justo minutos antes de que los primeros contingentes de manifestantes emprendieran su camino hacia el primer cuadro de la capital del país, lo cual hicieron, en su mayoría, sin prestar atención a lo que los creadores desarrollaban a unos metros de ellos.

El performance de Jezik y Dirzys consistió en escalar, en su parte externa, los 85 metros de altura que en total suman los 22 pisos del edificio Tlatelolco, ex sede de la cancillería mexicana y hoy parte del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM.

Ambos artistas portaron a cuestas, en sus espaldas, sendos paneles con el retrato de Gustavo Díaz Ordaz, en uno, y el de Luis Echeverría, en otro, los represores del movimiento estudiantil de 1968, en sus respectivas condiciones de Presidente de la República y Secretario de Gobernación en aquella época.