Debido a la división que ha provocado en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) el paquete económico de Felipe Calderón –sobre todo la aplicación de un impuesto general de 2 por ciento al consumo–, la dirigencia nacional de ese instituto político, sus bancadas en el Congreso y los gobernadores se reunirán el próximo lunes para tratar de definir una postura única.

La encerrona se llevará a cabo en la sede del PRI. Se espera una fuerte discusión, ya que buena parte de los legisladores y militantes se oponen a que la salida a la falta de recursos fiscales sea imponer más gravámenes a la población, aunque hay otro grupo, ligado a la dirigencia nacional, dispuesto a aprobar la tasa de 2 por ciento, si se dejan exentos medicinas y alimentos.

En ese sentido fue la propuesta que formuló el martes pasado la senadora María de los Ángeles Moreno, tras un primer encuentro entre los responsables de la negociación del paquete en ambas cámaras. La legisladora habló de establecer una canasta básica de comida y fármacos que quedarían exentos.

Al respecto, el senador Adolfo Toledo Infanzón expresó que el acuerdo de la bancada tricolor en Xicoténcatl es no aprobar ese 2 por ciento ni en medicinas, ni en alimentos ni en nada, y optar por eliminar los regímenes fiscales especiales, por los cuales las autoridades hacendarias pierden miles de millones de pesos, además de eliminar muchas plazas de alto nivel que desde el sexenio de Vicente Fox se crearon en la administración pública federal.

Por separado, el dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, del PRI, Marco Antonio Bernal, criticó ese paquete económico, ya que con más impuestos no se combatirá la pobreza, y aseveró que no hay garantía de que lo recaudado con dicho 2 por ciento se destine realmente a los más pobres.

Es como cualquier otro impuesto que llega a las arcas del gobierno y desde ahí se distribuye, resaltó, e hizo notar que lo grave además es que los presupuestos para combate a la pobreza han crecido de forma significativa, pero sólo resuelven el problema de subsistencia, sin dar instrumentos a las nuevas generaciones para superar sus carencias.

El dirigente priísta expresó que pese a que en los nueve años de gobiernos del PAN el gasto en desarrollo social ha crecido 200 por ciento, y que Calderón pretende que Oportunidades cuente con 20 mil millones de pesos adicionales para 2010, ninguno de los programas puestos en marcha ha logrado garantizar a los mexicanos empleos ni ingresos dignos, porque su intención es sólo electoral.

Entre los gobernadores priístas hay también puntos de vista divergentes en torno al impuesto de 2 por ciento. Algunos, como el de Oaxaca, estarían de acuerdo en que se apruebe, pero sin gravar medicinas y alimentos, para que no disminuyan los recursos a los estados.

Otros mandatarios estatales valoran el impacto electoral que la medida acarrearía. Todo ello se discutirá en la reunión a puerta cerrada que la cúpula priísta sostendrá el lunes por la noche.