Unos 500 millones de pesos ahorrará el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con las compras de medicamentos realizadas por medio de la denominada subasta en reversa. Por primera vez, el organismo efectuó este procedimiento con 40 de las 803 claves de su cuadro básico.

Ayer, sólo en el concurso por 19 millones de cajas de Naproxeno (antinflamatorio), el organismo obtuvo un ahorro de poco más de 12 millones de pesos con respecto a lo erogado en 2008. Con este fondo, dijo el director de Administración, Lorenzo Martínez Garza, se comprarían 20 ambulancias.

Estimó que el monto de la inversión en este producto sería de 120 millones de pesos aproximadamente. El año pasado, el instituto lo adquirió a un precio de 6.67 pesos la caja y para la compra de ayer, su precio de salida fue de 6.60 pesos. En aproximadamente 40 minutos, los participantes en la licitación presentaron sus ofertas en un proceso que se realizó vía electrónica. Un par de empresas obtuvieron los dos contratos en que se dividieron los requerimientos nacionales del medicamento, a precios de 5.94 y 6.01 pesos.

Con la asignación de 26 claves –hasta ayer por la mañana–, el IMSS ya había ahorrado 452 millones de pesos. En licitaciones tradicionales habría pagado 5 mil 475 millones de pesos, y con la subasta en reversa erogará 5 mil 23 millones. Martínez Garza recordó que el organismo invierte cada año más de 20 mil millones de pesos en medicinas.

Aunque según Martínez Garza, ningún fabricante o distribuidor de medicamentos ha objetado el procedimiento, para Jaime Uribe, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica el monto del ahorro no será del nivel que el IMSS espera. Dijo que a causa de la crisis económica, los empresarios están temerosos de cotizar sus productos a precios bajos.

Influye, principalmente, la falta de certeza sobre la paridad del peso frente al dólar. Este indicador es fundamental para los laboratorios porque 90 por ciento de las materias e insumos para la producción de medicinas las compran en el extranjero.

El riesgo es que, a causa de la contingencia financiera, los laboratorios se vean imposibilitados para cumplir con los contratos, indicó. En sentido contrario se expresó Manuel Molina, responsable del área de abasto de Canifarma. Dijo que si bien las compras mediante subasta en reversa implica vender más barato, los fabricantes se benefician con la certeza de que venderán un volumen alto de sus productos.

Lo cierto es que, de acuerdo con la información proporcionada por los funcionarios del instituto, de las 40 claves ofrecidas hasta ayer, en seis de ellas los contratos se asignaron con base en el precio de salida. Ninguno de los proveedores participantes ofreció un precio más bajo.

El director administrativo del IMSS explicó que para este primer ejercicio, que se conoce como de oferta subsecuente de descuento, se eligió a las 40 claves de más alto costo, mayor volumen y para las que existen diferentes proveedores. En este grupo se invierten más de la mitad de los recursos que se destinan a la compra de medicamentos, los cuales se utilizan mayoritariamente en el tratamiento de enfermedades crónicas.