El gobierno de Nuevo León, encabezado por José Natividad González Parás, aportó unos 30 millones de pesos para que propietarios de predios aceptaran cederlos para la autopista Monterrey-Saltillo, concesionada por el gobierno federal durante 30 años a la empresa española Isolux Corsán, dio a conocer el mandatario.

A dos días de que concluya su sexenio, González Parás acudió con una comitiva para ser uno de los primeros en utilizar la autopista de cuota, luego de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) federal anunció el inicio de operaciones.

González Parás sostuvo que hubo retrasos muy importantes en la construcción, sobre todo por problemas de derechos de vía. Aportamos recursos para negociar con algunos propietarios que estaban deteniendo la construcción, afirmó en entrevista.

Explicó que su gobierno, por conducto del Sistema Estatal de Caminos, negoció los derechos de vía. Hizo algunas aportaciones, me parece que de alrededor de 30 millones de pesos, para agilizar las negociaciones.

La autopista, paralela a la vía anterior, mide 50 kilómetros y, de acuerdo con Isolux Corsán, se podrá recorrer en 30 minutos.

La carretera se empezó a construir en 2007. La SCT informó en un comunicado que la autopista evitará la emisión de 181 mil 429 toneladas anuales de dióxido de carbono, 4 mil 102 toneladas de óxidos de nitrógeno y 265 toneladas de óxidos de azufre de vehículos automotores.

Además, en la ruta existente ocurren cada año unos 110 accidentes, que obstaculizan hasta por 12 horas el tráfico entre Saltillo, Coahuila, y Monterrey, Nuevo León.