Con la frase de combate Invertir en cine mexicano es una buena inversión, la comunidad cinematográfica mexicana mostró su preocupación por la iniciativa del Ejecutivo enviada al Congreso para el presupuesto de egresos de 2010, la cual contempla un recorte de 46 por ciento al Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).

Productores, actores, técnicos y directores coincidieron en que de hacerse efectivo el recorte significaría un retroceso en las conquistas de los pasados 15 años.

La productora Bertha Navarro dijo que de consumarse la disminución del gasto en cine habría un ahorro de altísimo costo para la industria fílmica nacional, ya que desarticularía el avance alcanzado en estos 15 años. Hacemos un llamado a los poderes Ejecutivo y Legislativo para que reconsideren, pues no es posible disminuir la partida de 350 millones que se otorgó en 2009 a tan sólo 192 millones para 2010.

La productora de El espinazo del diablo y La invención de Cronos afirmó que la reunión de ayer “es nuestra primera acción para defender el posible recorte presupuestal a Imcine.

“Las autoridades no se han dado cuenta de que desde la firma del Tratado de Libre Comercio, en 1993, hemos remontado la casi desaparición de nuestra industria cinematográfica, pues ahora producimos 70 películas, cuando en 1997 únicamente realizábamos siete.

Además contamos con los mejores técnicos de cine del mundo; el talento de nuestros cinefotógrafos es admirado y reconocido en los más altos niveles del cine mundial, igual nuestros directores, escritores y actores. La nuestra es una comunidad altamente calificada.

Dicha postura la dieron a conocer en conferencia de prensa la actriz Irene Azuela; Sergio Olhovich, de la Federación Mexicana de Sociedades Cooperativas de Cine y Medios Audiovisuales; Mónica Lozano, de la Asociación Mexicana de Productores Independientes; Marcela Fernández Violante, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematofgráfica, y Pedro Armendáriz, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, entre otros.

En su intervención, Armendáriz llamó a la iniciativa otro de los embates tremendos y diabólicos que ha sufrido la industria fílmica nacional.

De aprobarse la propuesta del presidente Felipe Calderón, se perderían cerca de 500 mil empleos directos por año y representaría un ataque a una industria que lucha por reposicionarse, igual que en su época de oro, entre las décadas de 1930 y 1950, señalaron los convocados.

Quien también alzó la voz en contra del proyecto de presupuesto de 2010 fue Víctor Ugalde, ex titular del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine Mexicano y del Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad, quien mencionó: La crisis económica no se resuelve con el desmantelamiento del crecimiento que ha logrado el cine mexicano en 15 años.

Ugalde precisó que “al gobierno sólo le toma dos años recuperar la inversión en producción de filmes por medio del impuesto al valor agregado. Es responsabilidad de los mexicanos exigir al Ejecutivo que reconsidere, y si no, al Congreso que cambie la ley.

Una medida de esta magnitud pone en peligro los programas de inversión, promoción y fomento al cine mexicano. De esta manera el Imcine sólo podría destinar unos 42 millones de pesos a dichos fondos (Foprocine y Fidecine), lo que pondría en riesgo programas y proyectos futuros.

Víctor Ugalde, quien actualmente es presidente de la Unión de Sociedades Autorales y de la Sociedad de Directores, dijo que le parecía muy raro que hayan reducido 16 por ciento el presupuesto de otras entidades culturales. Afirmó que es lamentable desconocer las razones por las que le pasan la factura al cine, pues es una industria que genera grandes inversiones en distintos sectores, propicia fuentes de empleo –unos 12 mil 500 directos–, paga más impuestos que cualquier otra, genera ingreso de divisas al país y fomenta el turismo.

Beneficios en cifras

Destacó que como prueba de que gastar en cine mexicano es buena inversión, el mercado cinematográfico del país continúa como número uno en Latinoamérica, con 182 millones de asistentes en 2008.

Asimismo, dio a conocer que de 318 títulos que se estrenaron en 2008, 59 por ciento fueron estadunidenses, 26 por ciento de otros países y sólo 14 por ciento de México.

Además, en los seis años recientes el Estado ha contribuido con 70 por ciento de la producción nacional, y de 1998, cuando se creó el Foprocine, a la fecha el gobierno ha apoyado 171 películas, que han obtenido 300 premios nacionales e internacionales y logrado 22 millones de asistentes.

El Fidecine, creado en 2008, ha apoyado 116 películas, las cuales han sido vistas por 40 millones de personas con una derrama de 2 mil millones de pesos.

Los representantes de la comunidad cinematográfica explicaron que buscarán un acercamiento con la Presidencia de la República y con los integrantes de la 71 Legislatura para plantearles la situación y sensibilizarlos; además, no descartaron una campaña internacional encabezada por Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, entre otros.