Para quienes todavía no alcanzan a percibir o no han sido convencidos de las dimensiones estéticas del arte conceptual, el Museo de Arte Moderno (MAM) presenta la exposición Hecho en casa, colectiva basada en objetos de uso cotidiano y de agradecibles intenciones esclarecedoras.

En esa muestra, que anoche se inauguró, participan más de 40 artistas de diversas generaciones y perfiles creativos, con obra de los pasados 25 años: desde jóvenes aún poco conocidos hasta creadores como Francisco Toledo, Alberto Gironella y Adolfo Patiño.

De la exposición, cuyo subtítulo es Una aproximación a las prácticas objetuales en el arte contemporáneo mexicano, Osvaldo Sánchez, director del MAM, comenta en un texto del cuadernillo:

“Hecho en casa da cuerpo a un acercamiento poco común en el panorama museológico mexicano. Más que una construcción histórica, esta exposición colectiva se inserta en el interés del equipo curatorial del MAM por abrir nuevos accesos de lectura al arte contemporáneo mexicano, desde la propia presencia de la obra como construcción estética.

“Hecho en casa nos propone entender de una manera menos sectaria, y sin ansiedad legitimadora, las áreas más radicales de práctica artística referida al objeto, e históricamente encasilladas dentro de lo escultórico. (...) Se trata de una exposición que, incluso desde su radicalismo, convence por su belleza y su lúdica originalidad.”

En ese cuadernillo en forma de acordeón se da una útil, breve y densa información (al fin arte conceptual, es decir que la obra radica en la idea misma que la sustenta y no tanto en su resolución formal), y se apunta, por ejemplo:

Las prácticas artísticas llamadas objetuales, sean posconceptualistas o no, han marcado las dos últimas décadas del arte en México; por doquier persiste la presencia del objeto, sea como icono banal, como reconstrucción formalista o como el indicio cuestionador de una cotidianidad en ruinas. Esta muestra pretende un acercamiento a sus posibilidades críticas y a sus retóricas.

El gran truco, 2008, trabajo de Cynthia Gutérrez incluido en la exposición, que se puede visitar en el espacio museístico de Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de ChapultepecFoto Cortesía del MAM

También informa que en las más de 40 obras se observan el readymade (la introducción de un objeto prefabricado a un ámbito artístico) posconceptual, el objeto encontrado o pepenado (objet trouvé), el artefacto y el ensamblaje, la objetualización del espacio museográfico destinado a una obra determinada y el uso del objeto en la construcción fotográfica de gestos escultóricos.

Durante una introducción antes de un recorrido por la exposición, el pasado miércoles, se preguntó a Sánchez cómo puede el espectador promedio percibir cuándo se da la transición, sutil, entre un objeto de la vida cotidiana y ese mismo objeto ya con una carga estética.

“Nosotros trabajamos con la idea de que hay muchos públicos, no un solo público. Y de ahí que las lecturas siempre son lecturas mediadas, que la información que damos se da en distintos niveles: en el muro, mediante visitas guiadas, los medios de comunicación. Lo que tratamos de hacer más que nada es dar determinadas entradas a las obras.

Ello a veces reclama, por supuesto, que tengamos un sistema educativo detrás que incentive este tipo de acercamientos, que haya cierta curiosidad del propio público, que a veces se va sin entender y otras hay determinadas trabas que son de gusto. Pero creo que finalmente el papel del museo es abrir estos puentes y pensar que somos realmente, de alguna manera, los intermediarios y la plataforma entre la obra y los públicos.

En el recorrido se encontraban algunos artistas expositores, como María Ezcurra, Eduardo Abaroa, Sofía Táboas, Benjamín Torres y Sebastián Romo, quienes comentaron sobre sus respectivos trabajos: mapas como collages que exploran lo bi y tridimensional, formas hechas con medias femeninas, recortes de un libro de aves para desorganizar o reorganizar las imágenes en una pared, una pared con materiales para albercas.