El Ardipithecus ramidus, de 4.4 millones de años, arroja luz sobre un ancestro común hombre-mono
Perteneciente a una hembra, bautizada Ardi, revela características biológicas desconocidas
La criatura, mosaico interesante, cuya mano es más primitiva que la de un chimpancé: experto
Viernes 2 de octubre de 2009, p. 2
Washington, 1º de octubre. El esqueleto de homínido más antiguo encontrado hasta ahora, de 4.4 millones de años de antigüedad, arroja luz sobre una nueva etapa en la evolución del hombre que lo acerca al ancestro común de humanos y monos, según un estudio divulgado el jueves.
El esqueleto fue hallado en Etiopía en los años 90. Su rescate entre 1992 y 1994, pieza por pieza, así como de decenas de otros fósiles pertenecientes a esta especie de homínido bautizado Ardipithecus ramidus, revela características biológicas hasta entonces desconocidas del primer eslabón en la evolución del hombre desde sus orígenes, según los resultados de los análisis de estos investigadores.
Este fósil de una hembra bautizada como Ardi es el esqueleto más antiguo conocido de la rama humana de la familia de los primates, que comprende los Homo sapiens, así como especies más cercanas al hombre que los chimpancés y los bonobos, subrayó el equipo internacional de paleoantropólogos y de géologos, cuyos estudios aparecen en la revista estadunidense Science del 2 de octubre.
El análisis del cráneo, los dientes, la pelvis, las manos, los pies y otros huesos de Ardi llevó a los científicos a deducir que en vida se trataba de una hembra bípeda que pesaba 50 kilos y medía 1.20 metros.
El estudio de Ardi permitió una nueva comprensión de la manera en la cual los homínidos –que engloban la familia de los grandes simios, entre ellos los humanos, los chimpancés, los gorilas y los orangutanes– podrían descender de un ancestro común, precisó Giday WldeGabriel, del laboratorio nacional de Los Álamos (Nuevo México), quien dirigió los estudios de datación geológica del sitio del hallazgo.
Se estima que el último ancestro común a los humanos y los chimpancés habría vivido hace unos seis millones de años.
Hasta el descubrimiento de Ardi, el eslabón más antiguo conocido de la evolución del hombre era un hombre-mono
bípedo dotado de un pequeño cerebro, que vivió hace entre uno y cuatro millones de años.
Lucy tiene 3.2 millones de años
Lucy, un fósil de un especimen de australopiteco y que data de hace 3.2 millones de años, fue descubierto en 1974, también en Etiopía, a unos 72 kilómetros de donde se encontró a Ardi, 20 años más tarde.
Ardi era más primitiva que Lucy, indican los análisis comparativos de su esqueleto y de los otros restos fosilizados de Ardipithecus, subrayan estos investigadores.
Tras el hallazgo de Lucy, los paleo-antropólogos esperaban –al descubrir posteriormente fósiles del homínido más antiguo– encontrar el ancestro común del hombre y el chimpancé, basándose en las tres grandes similitudes genéticas entre ambos.
Pero el esqueleto de Ardi no corrobora esta expectativa, explicó Tim White, profesor del Centro de Investigación sobre la Evolución Humana de la Universidad de Berkeley (California), uno de los principales autores de esta vasta investigación.
Ardi, al acercarnos más que nunca al ancestro común de los monos y el hombre, nos permite realmente imaginar sus rasgos
, indicó. “Esta criatura (Ardi) es de hecho un mosaico interesante, ni chimpancé ni humano”, añadió, observando que la mano del fósil es incluso más primitiva
que la de un chimpancé.