Vecinos de Tacuba, Tlaxpana y Popotla expresaron su rechazo al titular de la M. Hidalgo
Al senador Gustavo Madero le llovieron, además de insultos, botellas de plástico
Viernes 2 de octubre de 2009, p. 31
Fuera de la Asamblea Legislativa del DF (ALFD), la repulsa contra el delegado panista de Miguel Hidalgo, Demetrio Sodi, no fue superada en número ni en volumen por las porras de apoyo a los delegados perredistas, mientras tres mujeres del Movimiento Legítimo lograron mantener a raya a una treintena de simpatizantes de Juanito que, apenas arengaban en su favor, recibían en respuesta un “¡Juanito, culero, por traidor y chapucero!”, al que se sumaba la multitud.
Entre los manifestantes, alrededor de un millar detrás de las vallas metálicas colocadas a ambos lados del cruce de Donceles y Allende, destacaron los colonos de Tacuba, Tlaxpana, Huichapan y Popotla, integrantes de Urbanitas, que portaban moños negros en señal de duelo y carteles en los que se leían consignas contra Sodi como: Al que roba se le llama ladrón. Al que viola la ley electoral se le llama Demetrio Sodi
; “Haiga sido como haiga sido, Sodi el tramposo gobernará Miguel Hidalgo. Gracias Trife” y Sodi, delegado impuesto. La delegación no la ganaste, la compraste
.
En la entrada al recinto legislativo, la mayor rechifla se la llevaron el petista Rafael Acosta y el senador del PAN Gustavo Madero, a los que les corearon un prolongado ¡Culeeero!
Igual trato tuvo este último al salir, a lo que se agregaron botellas de plástico vacías y algunas aún con líquido que salieron de entre los manifestantes.
Tampoco dejaban de gritar consignas las huestes de los delegados de Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo; Tláhuac, Rubén Escamilla; Xochimilco, Manuel González, y algunos del de Cuauhtémoc, Agustín Torres, los más ingeniosos los del primero, ya que uno gritaba: Ahí viene Lobo
y los demás imitaban un aullido, y no faltó una que dijo aquí está tu caperucita
.
Por el retén sobre la calle de República de Cuba llegaron Sodi y Orvañanos, para entrar por la puerta trasera del recinto y evitar los gritos de los opositores que, al no verlos frente a ellos, les mandaban recados ofensivos con quienes pasaban ni dejaban de hacer bromas a su costa. Al pasar un grupo de barrenderos empujando su bote de basura, uno se asomó preguntando: ¿Sodi? ¿Sodi?
y los otros exigían: Que salga
, sáquenlo, no lo escondan
.
Tras la toma de protesta, el panista salió a un balcón sobre la misma puerta por la que entró, donde debió enfrentar los gritos de algunos manifestantes que permanecían allí, particularmente de una mujer que le advirtió: en Miguel Hidalgo siempre habrá guerra
, para retirarse coreando: ¡Esta gente ya se va, pero pronto volverá!
Al final, ya lejos de la gente y en lo alto del balcón, posaron para las cámaras, asomados hacia la calle de Bolívar, cual familia feliz, Sodi, Orvañanos, Mariana Gómez del Campo, Mario Palacios y un micrófono con el cubo de Televisa que desde abajo un trabajador de la empresa les acercaba con un boom telescópico.
Desde la 6 de la mañana cerca de 500 policías custodiaron la sede legislativa y cerraron los accesos por Eje Central y República de Chile, en Donceles y Allende, de Tacuba a Belisario Domínguez, sin que se registraran incidentes.