Si la Organización de Naciones Unidas (ONU) permanece pasiva, ajena y conformista... corre el riesgo de perder la relevancia como el foro universal y legítimo por excelencia para la solución de los grandes problemas de la humanidad, señaló la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, en su intervención ante la 64 Asamblea General de este organismo, realizada ayer en Nueva York, Estados Unidos.

En este foro, la funcionaria planteó que las Naciones Unidas deben comprender que estamos asistiendo a una nueva configuración de la gobernanza económica del mundo y ajustar sus políticas a esta nueva realidad, ya que se requiere una ONU fuerte, eficaz y eficiente.

Abordó además el tema Honduras. Dijo que la situación que vive ese país “ha puesto de manifiesto la importancia de continuar mejorando nuestros mecanismos para prevenir acciones que socavan la democracia y el estado de derecho.

Podemos congratularnos del rechazo unánime de la comunidad internacional frente a la interrupción por la fuerza del orden constitucional en Honduras y la deposición del presidente José Manuel Zelaya, dijo la canciller. Puntualizó que México, junto con los demás países del hemisferio, ha actuado dentro de los mecanismos regionales, incluido el Grupo de Río, para conseguir la restitución del presidente Zelaya en su cargo y la reanudación del orden democrático, con base en la iniciativa del mandatario de Costa Rica, Óscar Arias.

Dijo que México hace un enérgico llamado a las autoridades de facto en Honduras para que continúe el diálogo con la comisión establecida en el marco de la Organización de Estados Americanos y se abstengan de cualquier acto que ponga en peligro la inviolabilidad de la sede diplomática de Brasil, donde se encuentra el presidente Zelaya, y que se respeten su integridad física y la de sus acompañantes.

La secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, en imagen de archivo, intervino ayer en la 64 Asamblea General de la ONUFoto José Antonio López

En otro asunto, la titular de la SRE expuso que, a nivel mundial, la crisis puso a prueba la capacidad de las instituciones multilaterales para hacerle frente y la comunidad internacional comprendió que sólo la acción concertada, en la que los países en desarrollo fueran partícipes plenos, aportaría respuestas duraderas a estas emergencias.

Afortunadamente, aseguró, ya se puede vislumbrar en ciertos lugares signos alentadores hacia el crecimiento económico, pero la inseguridad y la incertidumbre permanecen. Inseguridad como resultado de la persistencia de conflictos armados, del terrorismo y del crimen trasnacional organizado, que amenazan los logros que se han alcanzado en la consecución del desarrollo humano sustentable.

También se refirió al papel que tuvo la ONU en la emergencia sanitaria que vivió México por el brote de la influenza A/H1N1. Resaltó que el organismo apoyó de manera ejemplar la respuesta enérgica que dio el gobierno mexicano. Ello es prueba de que el sistema de las Naciones Unidas puede movilizar la acción coordinada de los estados y evitar medidas unilaterales que no son respuesta a emergencias de este tipo. Debemos continuar actualizando nuestros protocolos de actuación, planteó.

En otro tema, expuso que los desafíos del calentamiento global han puesto en evidencia que una de las razones por las que no se alcanzaron los compromisos del Convenio Marco de Cambio Climático y del Protocolo de Kyoto resulta de una dramática ausencia de incentivos económicos para darles cumplimiento. Por ello, México ha propuesto en las negociaciones preparatorias de la Conferencia de Copenhague un innovador esquema de financiamiento denominado fondo verde.