El legado de Miguel Prieto, polifacético artista, se muestra por primera vez en México.

Cerca de 350 obras entre óleos, grabados, dibujos, bocetos, manuscritos, cartas, revistas y periódicos integran una exposición organizada por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales de España, con ocasión de los 70 años del exilio.

Miguel Prieto: la armonía y la furia, que se inauguró hace unos días en el Museo Nacional de Arte (Munal), documenta la trayectoria vital y artística de Prieto, que evoca en gran medida las vivencias del artista durante la Guerra Civil española y el fenómeno del exilio desde su contexto histórico y cultural en México, manifestó Juana María Perujo, una de las curadoras de la exhibición, que antes hizo escalas en Toledo, Ciudad Real y Madrid.

En esta ocasión se presenta, tras un largo periodo, el legado de Prieto, quien fue un artista polifácetico que lo mismo se desempeñó de pintor, tipógrafo, ilustrador, diseñador y escenógrafo.

Especialista en la obra de Prieto, Perujo explicó que ilustró publicaciones como El pueblo manchego, Diablo mundo, El tiempo presente, Octubre, Sur, Nueva cultura, El mono azul y México en el arte.

El carácter único de sus publicaciones llama la atención por sus tendencias minimalistas y por incorporar estilos modernos como el expresionismo, el surrealismo metafísico, el popularismo ingenuista y el realismo político.

Pasión por el teatro guiñol

A la par de la exposición se publicará un catálogo diseñado por Alfonso Meléndez, que incluye artículos de los curadores –Perujo (la semblanza general del artista), Juan Manuel Bonet (para su labor de tipógrafo) y Jaime Brihuega (para su obra plástica)–, una antología de textos sobre el artista manchego, además de las obras exhibidas en la exposición, así como una cronología y bibliografía completas.

Además, dijo la especialista, las grandes pasiones de Miguel Prieto fueron la pintura y el teatro guiñol.

La muestra, que concluirá el 1º de noviembre, se divide en núcleos temáticos. El primero está dedicado a los inicios del pintor y su actividad en España también como artista de caballete, además de sus estudios en Madrid, sus primeros cinco dibujos del Museo de Arte de Cataluña y un recorrido cronológico ilustrado. El segundo tiene como título España en la memoria, y el tercero, El peso de las formas.

Miguel Prieto a bordo del barco holandés Veendam en 1939

Talento y originalidad

En Miguel Prieto: la armonía y la furia figuran las obras Flores, Trópico, Claudia Canales, Mujer y frutas, Frutos amargos, Serpientes y cactus y Los lobos del capitalismo, entre otras.

También incluye dibujos de tema bélico, como Composición alegórica de los desastres de la guerra, Soldado en el frente, Mujeres huyendo por las calles, Retaguardia de octubre y Espigadoras, las cuales fueron expuestas en el Pabellón de la República Española de la Exposición Universal de París de 1937, junto al Guernica, de Picasso y obras de Alberto Sánchez, Joan Miró y Josep Renau, entre otros afamados artistas.

En la ilustraciones, continuó Perujo, figuran las plasmadas en el inicio de su trayectoria, como El pueblo manchego, o en revistas españolas de izquierda en la inmediata preguerra civil como Diablo mundo, El tiempo presente y Octubre o Sur.

También Miguel Prieto, quien en 2007 habría cumplido 100 años, es considerado el padre del diseño tipográfico mexicano, y su talento y originalidad lo llevaron a desempeñarse como director artístico del departamento de prensa y propaganda del Instituto Nacional de Bellas Artes de 1948 a 1952.

Para Juana María Perujo, acercarse a la obra de Prieto reconforta y obliga ya que, afirma, como pintor, dibujante, escenógrafo, hombre de teatro, diseñador gráfico y tipógrafo, comprometido con pasión con las mayores y mejores causas de su tiempo, amigo y camarada, logró sintetizar en una extensa obra, compromiso político y creación artística, conciencia y pasión, vitalidad y entrega en tan pocos años que sobrecoge pensar que apuraba la vida como el que sabe que su tiempo será corto y que la esencialidad es sustancia.

De forma paralela a la exposición de Miguel Prieto se realizan, en el inmueble de la calle Tacuba 8, Centro Histórico, una serie de talleres, charlas y visitas.