El debate fiscal (2/2)
ecir que el gobierno es un pésimo recaudador de impuestos (RE 15, 22 y 29 de dic, 2008) se sustenta en que su captación como porcentaje del PIB es raquítica (19.8%) en comparación la de países eficientes de la OCDE, los cuales captan en promedio el 36% de su PIB, esto es, casi el doble que México, y sin petróleo (Gráfico 1).
La falla principal del sistema fiscal radica en el deficiente cobro del impuesto sobre la renta (ISR) tanto a empresas como a personas físicas. Con este impuesto México sólo capta 5.7% del PIB, mientras que los países de la OCDE captan 13% en promedio y los avanzados como Noruega o Dinamarca, 20.7 y 29.3 respectivamente.
El ISR, es sabido, constituye el principal impuesto por su volumen de captación, porque tiene la capacidad de ser justo y proporcional, y porque es un equilibrador (y redistribuidor) básico de las distorsiones y la concentración del ingreso.
a) ISR empresarial. Su baja captación en el país obedece principalmente a:
• Una disminución excesiva en los años recientes de su tasa (fija y aplicable a las utilidades), del 40% que tenía en 2001 a 28% actual (Gráfico 2).
• Una alta tasa de evasión es-timada en 26% por el ITAM, en 33% por el CIDE y en 46% por la CEPAL, y
• Una elusión (evasión permitida
) posiblemente mayor a la evasión, que se da por normas laxas y tratamientos especiales, algunos de los cuales se justifican por su beneficio social y otros no.
b) ISR a personas físicas. Este es otro caso de ineficaz captación y marcada inequidad en nuestro país. Por este impuesto los países de la OCDE captan en promedio el 9.4% de su PIB, y México únicamente 3.4%. Sus fallas más visibles son:
• Haber reducido su tasa má-xima en forma similar a la del ISR empresarial (de 40% en 2001 al 28% actual), porcentaje muy bajo si se compara con la tasa promedio de la OCDE (36.5%), e incluso con Venezuela (34), Argentina y Colombia (35), o Chile (40%), y más con las tasas tope de países avanzados como Estados Unidos (42%), España (43), Canadá (46), Alemania (48), Países Bajos (52), Dinamarca (55) o Suecia (56) (Gráfico 2).
• Una estructura deficiente de tasas que incide en los ingresos medios y libera
los altos por su parcial acumulación y poca progresividad (Gráfico 3).
• La evasión en los ingresos personales por actividades empresariales y profesionales, que ha sido estimada en 77% por el Colmex, en 80% por el ITAM, y en 87% por la CEPAL.
• La elusión en este sector se da fundamentalmente porque el sistema omite incluir, acumular y gravar como debería los ingresos a las ganancias de capital (en especial dividendos), como ocurre en economías como la estadunidense.
Conclusiones
1) México debe cobrar bien los impuestos existentes, despetrolizar sus finanzas y cuando menos elevar en un 50% su capta-ción (de 19.8 a 30% del PIB).
2) Para ello, por principio no proceden nuevos impuestos en tanto los existentes no se cobren y usen bien, y no se reduzca notablemente el gasto superfluo, dispendioso y ofensivo existente. En las condiciones actuales es inapropiado cualquier gravamen adicional que afecte a las familias pobres y medias del país, y esto es válido para precios y tarifas de los bienes y servicios públicos.
3) Consideramos en consecuencia que el impuesto de 2% al consumo general debe rechazarse. Si hay tanto empeño en gravar el consumo, que sea el suntuario, retomando el impuesto que ya se (mal) aplicó hace algunos años y que Hacienda se encargó de sepultar.
4) Consideramos que el impuesto sobre la renta (ISR) bien administrado puede allegar al fisco el doble o más de los recursos que se piensan captar con la propuesta del gobierno. Por tal razón, sugerimos focalizar el actual esfuerzo legislativo en este impuesto con los siguientes criterios:
a) Para el ISR a las empresas:
• Elevar su tasa a 35% (igual a la de Estados Unidos)
• Detallar los puntos y fallas que permiten la elusión fiscal y cancelarlos. De los regímenes especiales, cancelar todos aquellos que no se justifiquen en un beneficio social directo.
• Analizar la evasión fiscal, particularmente de los grandes contribuyentes, y aplicar medidas para su eficaz abatimiento.
• Diseñar fórmulas sencillas y atractivas para incorporar la economía informal (52% de la PEA) al cumplimiento de obligaciones fiscales, pero también asegurando su acceso a regímenes de seguridad social (IMSS, Seguro Popular ampliado u otro) que los respalden efectivamente con servicios médicos, asistencia, vivienda y pensiones.
b) En el ISR personas físicas:
• Adoptar un nuevo tabulador con rangos menos abiertos y más homogéneos, y con tasas progresivas hasta un máximo de 50%, buscando que las tasas de los ingresos medios y bajos no superen e incluso disminuyan los niveles actuales de pago. Para ser justo, sin embargo, el concepto de ingreso personal debe incluir y acumular todas las remuneraciones por cualquier concepto… y las ganancias de capital (dividendos y ganancias especulativas principalmente). Quedarían exentos los ingresos por pensiones, becas y ayudas sociales, así como los intereses de cuentas catalogadas como de ahorro/inversión de las familias.
• Mejorar y establecer regímenes realmente simplificados para pequeños contribuyentes, trabajadores por su cuenta, profesionistas independientes, y micro y pequeños empresarios.
5) Con los ajustes adecuados al ISR empresarial, el redundante IETU (impuesto empresarial a tasa única) debe desaparecer.
6) También debería evaluarse, por su baja captación real (se acredita en su mayoría), la desaparición del IDE (impuesto por depósitos en efectivo).
7) Si los ingresos tributarios se incrementan con una adecuada y justa captación, no se debe sobreendedudar más al país. Menos aún son aceptables nuevas privatizaciones o concesiones lesivas.
8) Iniciar una despetrolización
programada de las finanzas públicas es una necesidad inaplazable, pues todo indica que México pronto dejará de ser exportador de hidrocarburos. Para ello, tal vez la fijación del precio de exportación de crudo sirva como un buen punto de referencia, estableciendo para fines presupuestales y de distribución a entidades un monto de exportación conservador y un precio descendente de, por ejemplo, 40 dólares el barril para 2010, 35 para 2011,… Así, todos los recursos excedentes obtenidos por las ventas reales pasarían a un fondo destinado en primer lugar a financiar los grandes proyectos de refinación, petroquímica, exploración, perforación y modernización de Pemex; en segundo para financiar proyectos de cogeneración de energía eléctrica con la CFE y LFC; y en tercer lugar para investigación, desarrollo y generación propia de energías modernas, no contaminantes y renovables.
9) Respecto al gasto público consideramos:
a) Que es importante no reducirlo pero sí reorientarlo, disminuyendo el gasto administrativo y elevando la inversión social y la productiva.
b) Que la desaparición de tres secretarías y el despido de cerca de 10 mil empleados no parece la mejor solución en estos momentos cuando la preservación del empleo es primordial, y
c) Que el esfuerzo de ahorro que procede está en la reducción sustantiva de la alta burocracia y de las percepciones que reciben en toda la administración y los poderes públicos, a partir de que: el ingreso máximo, acumulando todas las percepciones, no exceda en su tope de 60 veces el salario mínimo, y que los gastos no indispensables, sean cancelados. (Saúl Herrera)
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