Concha de Oro para la película City of Life and Death del director chino Lu Chuan
El jurado de San Sebastián se rindió ante las actuaciones de Pablo Pineda y Lola Dueñas en Yo, también
El secreto de sus ojos no recibió ninguna mención
Javier Rebollo, mejor director
Domingo 27 de septiembre de 2009, p. 8
San Sebastián, septiembre 26. Si el viernes todas las quinielas apostaban por la cinta argentina El secreto de sus ojos como gran favorita para alzarse con algún premio, el jurado del Festival de San Sebastián volvió a sorprender un año más galardonando con la Concha de Oro a una de las películas más impactantes de esta edición: el drama bélico chino City of Life and Death, dirigido por Lu Chuan.
Rodada en blanco y negro con gran angular, esta superproducción retrata las atrocidades cometidas por el ejército japonés contra soldados y civiles chinos en la Nankín de 1937. Murieron 300 mil personas. Sin embargo, el palmarés sí tuvo un fuerte acento español, aunque peninsular, con la Concha de Plata al mejor director para Javier Rebollo por La mujer sin piano y a los actores Pablo Pineda y Lola Dueñas por Yo, también.
De este modo, el jurado oficial, presidido por el cineasta francés Laurent Cantet, premió el esfuerzo del joven Pineda, que en su debut cinematográfico da vida a su alter ego, el primer europeo con síndrome de Down que obtiene un título universitario.
Mientras, en el rubro femenino, la Concha de Plata fue a parar a la otra protagonista del filme, Lola Dueñas, que interpreta a una mujer con carácter pero atormentada por su pasado, cuya energía y comprensión enamoran a su nuevo compañero de oficina (Pineda). La actriz ya tiene en sus vitrinas un Goya por Mar Adentro y fue galardonada en Cannes –junto a las demás intérpretes– por Volver.
Además, la emotiva opera prima de Álvaro Pastor y Antonio Naharro recibió los 44 mil dólares de la ayuda social de la entidad bancaria Kutxa por ofrecer otra mirada sobre las necesidades afectivas y sexuales de las personas con síndrome de Down.
Presencia francesa
Por otro lado, la Concha de Plata al mejor director recayó en una de las propuestas más arriesgadas de esta 57 edición: la del siempre polémico y provocador Javier Rebollo, que retrata la huida de una mujer (Carmen Machi) del tedio doméstico y sexual en La mujer sin piano, su segundo largometraje.
Fuera de los cánones se sitúa también el nuevo trabajo del catalán Isaki Lacuesta, a quien la crítica internacional concedió el premio FIPRESCI por su filme Los condenados, donde hurga en la memoria histórica argentina por medio del encuentro de dos ex guerrilleros.
Y si la edición contaba con una fuerte presencia francesa, con tres filmes de los 15 a concurso, hubiera sido extraño que el país vecino saliera con las manos vacías. Así, el Premio Especial del Jurado fue para Le refuge, el nuevo trabajo de François Ozon, por –entre otros motivos–, su capacidad para construir una historia en base a las circunstancias de la actriz, Isabelle Carré, que se encontraba embarazada.
El Premio del Jurado al mejor guión recayó en Andrew Bowell, Milessa Reeves, Patricia Cornelius y Christos Tsiolkas por la cinta australiana Blessed, de Anna Kokkios, una historia de vidas cruzadas narrada paralelamente desde la mirada de las madres y sus hijos. Y, finalmente, el premio a la mejor fotografía fue de nuevo para el chino Cao Yu por City of Life and Death.
Fuera de la Sección Oficial, el premio Horizontes recayó en la cinta uruguaya Gigante, del realizador argentino Adrián Biniez, quien da una vuelta de tuerca a la comedia romántica y demuestra que con poco presupuesto también pueden contarse buenas historias. La opera prima del joven director ya se llevó tres premios en la pasada edición del Festival de Berlín.
El premio Kutxa Nuevos Directores fue para el belga Philippe Van Leeuw por Le jour ou Dieu est parti en voyage, enmarcado en el genocidio de Ruanda.
El jurado, presidido por la actriz británica Saffron Burrows, decidió entregar además una mención especial a Sammen/Together, del noruego Matias Armand Jordal, sobre el viaje de un padre y su hijo tras la muerte de la persona a la que más querían.
Por último, la cinta estadunidense Precious, del director Lee Daniels (Monster’s Ball), fue galardonada con el premio Otra Mirada que TVE, mientras que la española La mujer sin piano, de Javier Rebollo, recibió una mención especial. Precious recibió, además, el Premio del Público, mientras que el de la Juventud fue para el drama del pueblo kurdo que retrata Min Dit/The Children of Diyarbakir.