Sobrecargos realizarán una asamblea extraordinaria este lunes para tratar de destituir al Tribunal de Honor y Justicia de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), porque consideran que haber actuado en contra de su dirigente, Lizette Clavel Sánchez, causó el fracaso de la pasada revisión salarial, el 15 de este mes, con Mexicana de Aviación.

Indicaron que en la asamblea –que ayer fue aprobada al ser solicitada por más de 120 agremiados, quienes argumentaron la probada incapacidad del tribunal y su responsabilidad en el fracaso de la revisión salarial pasada– pedirán que opere una figura estatutaria que permita la restitución temporal de su dirigente, Clavel Sánchez, para que ésta encabece (en tanto se dirime en tribunales la validez de su situación jurídica) las negociaciones contractuales en puerta del 28 de octubre y con ello evitar mayor afectación a los trabajadores.

Luego de mes y medio de inmovilidad financiera, generada tras la destitución de Clavel Sánchez, los alrededor de 100 millones de pesos de los sobrecargos depositados en cuentas de Ixe Banco fueron liberados, por lo que la agrupación empezó a hacer frente a las deudas por 5 millones que se habían generado, detallaron dirigentes.

Precisaron que fue necesario interponer dos demandas para que la secretaria tesorera de ASSA, Wendy Perea Velázquez, se viera obligada a firmar los cheques de manera mancomunada con Clavel Sánchez, ya que se negaba, pretextando que al firmar validaría a la dirigente destituida.

Inicialmente los sobrecargos y trabajadores del sindicato afectados promovieron un procedimiento paraprocesal ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, y después una denuncia de hechos en contra de Perea Velázquez –quien fue una de las principales promotoras de la remoción de Lizette Clavel– ante el Ministerio Público de la delegación Benito Juárez, en demanda de la devolución de su caja de ahorro.

En la primera semana de septiembre, Grupo Financiero Ixe rechazó la acusación de pretender interferir en la vida interior de la ASSA, como acusó el sector del sindicato que operó la destitución y que reclamaba la titularidad de los fondos invertidos en la institución bancaria, que están a nombre de Clavel Sánchez.