Sufren discriminación y exclusión laboral
Sábado 26 de septiembre de 2009, p. 3
Oaxtepec, Mor., 25 de septiembre. El tema de transgenerismo ocupó varias mesas de trabajo y conferencias en la segunda jornada del séptimo Congreso Nacional de Educación Sexual y Sexología.
Especialistas y personas transgénero explicaron cuál es la situación de este sector de la población en México, sus necesidades y la discriminación que padecen en los diferentes ámbitos de la vida pública y social.
Hazel Gloria Davenport, mujer transgénero, periodista desempleada, ex funcionaria del Centro Nacional para la Prevención y el Control de VIH-sida (Censida) y trabajadora sexual expuso los problemas de este oficio siendo transgénero en el país. Para lo cual, a decir de ella, se presentó con su uniforme
–minifalda de lentejuelas plateadas y botas tipo sado–, lo cual provocó la atención de los congresistas. Asimismo, reivindicó el respeto para las personas trans que se dedican al sexo comercial.
Explicó que a pesar de que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó la Ley de Identidad Sexogenérica, mediante la cual se permite a las personas trans tener documentos oficiales de acuerdo con el sexo con el que se identifican, en la realidad lograr esta documentación es muy limitado para las personas transgénero, porque los peritajes (médico y legal) que se requieren llegan a costar hasta 40 mil pesos.
Esta cantidad, señaló, es inalcanzable para gran parte de esta población, ya que las personas transgénero en México, debido a la discriminación, no tienen acceso al mercado laboral, suelen estar excluidas del orden familiar y, en su mayoría, sobre todo las que se dedican al trabajo sexual, viven en condiciones de marginación.
Agregó que, como contribuyentes, una de las principales demandas de las personas transgénero es el acceso a la salud, no sólo para acceder a operaciones de reasignación sexual gratuitas, sino porque el consumo hormonal genera problemas de salud y, por tanto, requieren de control médico constante.
La necesidad de cobertura médica aumenta en aquellas personas transgénero que se dedican al trabajo sexual, porque además de ser más vulnerables a la violencia sexual y física, por la transfobia social que predomina, están obligadas a pasar por mujeres biológicas, para lo cual deben ingerir mayor cantidad de hormonas con consecuencias para su salud.
En tanto, la sexóloga Angélica Mancilla abordó los falsos mitos que existen en la sociedad alrededor de las personas transgénero y apeló a romper con el concepto hegemónico de que toda persona no heterosexual es producto de una patología o posee una identidad subdesarrollada, porque las personas transgénero ni nacen ni se hacen
, así son y tienen una identidad genérica consolidada más allá del reconocimiento social.