Jueves 24 de septiembre de 2009, p. 40
Impartir educación sexual en prescolar, primaria y secundaria, así como promover cambios a planes educativos en toda la región es uno de los principales puntos de acuerdo de la primera reunión de la Coalición Mesoamericana por la Educación Integral en Sexualidad, explicó José Aguilar, presidente de la Red Democracia y Sexualidad y coordinador de la reunión.
Realizada en esta ciudad para dar seguimiento y evaluar la declaración ministerial Prevenir con Educación, firmada por 30 países de América Latina y el Caribe en agosto de 2008, se acordó que el punto a impulsar es el que las autoridades educativas comiencen a trabajar con los alumnos en materia de sexualidad y reproducción.
Durante las mesas de debate, en las que participaron activistas de Centroamérica y México, se aceptó hacer un grupo para dar seguimiento y plantear la introducción del tema en planes de estudio de educación básica en cada nación, como establecen los compromisos de la declaración, refirió José Aguilar.
Las agrupaciones quedaron sensibilizadas sobre la importancia de impulsar esta declaración en sus países y en exigir a sus gobiernos cumplir con los compromisos, indicó el titular de la Red Democracia y Sexualidad.
En el caso de México, comentó el activista, tenemos que hacer presión sobre la Secretaría de Educación Pública. Necesitamos una mejor interacción con los diferentes gobiernos. Presionar para que las áreas de educación pública lleven el programa educativo estipulado en la declaración.
Sobre la inclusión de temas acerca de diversas orientaciones sexuales, Aguilar mencionó que el tópico se incluye en la declaratoria pero por el momento el principal esfuerzo está en consolidar las estructuras de cada país.
De esta manera, los objetivos en esta reunión son: fortalecer la capacidad técnica y política de las organizaciones para diseñar y aplicar estrategias de incidencia política e incrementar la demanda social de sectores y actores claves de la sociedad para asegurar el acceso a servicios de salud amigables a adolescentes y jóvenes.
Un compromiso de las organizaciones es hacer diagnósticos para complementar las cifras obtenidas por los gobiernos, y así tener un mejor panorama de la situación sobre la educación sexual y la prevalencia de VIH entre la niñez y juventud de la región.
Los activistas acordaron incluir mayor perspectiva de género y obligar al Estado a impartir la educación sexual, la cual no sólo debe quedar en manos de la familia.