Pese a las deplorables condiciones físicas de las escuelas –que son factor de riesgo para la transmisión de enfermedades, como el virus de influenza A/H1N1–, el programa Mejores Espacios Educativos, cordinado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), tiene más de mil millones de pesos que no se han ejercido y que debieran aplicarse al mantenimiento y reparación de las primarias y secundarias del país.

De acuerdo con el tercer Informe de Gobierno, en 2009 se destinarán mil 317.2 millones de pesos para la atención de 4 mil 376 planteles. De dicho monto, 679 millones provienen del gobierno federal y 638.2 millones corresponden a las aportaciones estatales.

Se reportó que a julio de este año, de los mil 317.2 millones de pesos se han erogado 126.5 millones, lo que significa que aún faltan por ejercerse mil 190.7 millones en lo que resta del año.

Aunque se han contratado 2 mil 690 obras por un monto de 512.1 millones de pesos, de las más de 4 mil escuelas que deberán ser beneficiadas, sólo hay mil 325 obras concluidas, según se establece en el documento.

Coordinado por el “Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa –como dice el informe–, con la Subsecretaría de Educación Básica”, encabezada por Fernando González Sánchez –yerno de Elba Esther Gordillo–, dicho programa forma parte de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) pactada con la dirigencia del SNTE.

Desde su llegada a la Secretaría de Educación Pública (SEP), en abril de este año, Alonso Lujambio, sin dar a conocer un programa propio, concentró sus propósitos en la continuidad de dicho acuerdo.

Hoy, durante su comparencia en el Senado y luego de cinco meses de haber llegado al cargo, deberá dar cuenta de éste y otros programas que forman parte de la ACE, pero también de proyectos que han ocasionado gran controversia, como los nuevos libros de texto gratuitos que forman parte de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB).

Los dictámenes realizados por especialistas evidenciaron graves errores no sólo de contenido, sino falta de sustento científico. Además, se mutilaron importantes temas para los estudiantes. Por ejemplo, en el libro de Historia de sexto grado no se incluyeron la Conquista y la Colonia, y el título contiene información falsa, como decir que la isla de Java está en Oceanía, cuando se ubica en Asia.

El de Ciencias Naturales, también de sexto año, tiene tal cantidad de equívocos que el Consejo Consultivo Interinstitucional de Ciencias concluyó que no reúne los requisitos mínimos para su distribución pues, entre otras cosas, promueve que el alumno confunda el funcionamiento del telescopio con el microscopio.

Pese a ello, los volúmenes fueron repartidos, incluso, al margen de la legalidad. La SEP violó la ley al distribuirlos sin publicar antes en el Diario Oficial de la Federación los programas de estudio, situación que después intentó corregir, aunque demasiado tarde.