La cultura independiente y el trueque binacional en Tijuana
l sábado pasado arrancó uno de los encuentros culturales más propositivos y experimentales del país: el Festival Tijuana Interzona, que por tercera ocasión se celebra en esa aguerrida y siempre vanguardista ciudad fronteriza. El inventor de esta provocación multidisciplinaria es el escritor Leobardo Sarabia, cuya experiencia como promotor cultural supera toda grilla interinstitucional.
Este festival, que concluirá el 26 de septiembre, tiene previsto medio centenar de actividades con el propósito fundamental de propiciar un encuentro entre los movimientos culturales más alternativos e incluso radicales de Tijuana y su contraparte binacional, sin olvidar las referencias obligadas en el país, para impulsar las reservas de creatividad, empuje y experiencia de los promotores independientes
.
Desarrollado en diferentes sedes, incluyendo la legendaria avenida Revolución, lo mismo estarán pioneros del punk fronterizo, como Mercado Negro o Solución mortal, Aztlán Underground o los Homles, pasando por clásicos de la incorrección social, como Óscar Chávez, Botellita de Jerez y Jesusa Rodríguez, hasta la presentación de la sucia revista Generación, con su número Contracultura gabacha now
, simple ejemplo de un programa de 45 actividades inéditas y callejeras.
Quizá sea buen momento para hacer a un lado los conflictos políticos para fortalecer la vida cultural de esa ciudad, más allá de los equívocos institucionales.
El saber del sabor en Oaxaca
Hace unos días concluyó en la capital oaxaqueña otro acontecimiento de intensidades inéditas; nos referimos al Festival Gastronómico Oaxaca, El saber del sabor, cuya principal característica fue vincular lo mejor de la cocina mexicana con las diversas manifestaciones en la pintura, el cine, la danza, el teatro, la música y la literatura.
Durante una semana convivieron chefs de prestigio internacional, como Pablo San Román (le mandamos un fuerte abrazo), Patricia Quintana, Benito Molina y Jauntxo Sánchez, sin faltar las sabias cocineras de las siete regiones oaxaqueñas. Felicidades a los inventores de esta propuesta: Leonardo Da Jandra, Agar García, Graciela Cervantes y el chef Alejandro Ruiz. Esperamos la consolidación de este suculento experimento para el año próximo.
Un tigre anda suelto en Tlaxcala
Para continuar con esta entrega provinciana
, no podemos dejar de mencionar el enigmático y culturoso bar El Tigre, de la ciudad de Tlaxcala, donde hace unos días se montó una singular exposición de móviles artísticos, en la cual lo mismo se rindió homenaje a los recién asesinados luchadores La Parquita y Espectro que a figuras surrealistas.
También hubo una lectura poética y se denunció la nula política cultural en la entidad. El propietario de este pequeño recinto etílico, ubicado en pleno centro tlaxcalteca, es Juan Raúl Sánchez El Tigre, quien generosamente ha permitido que este espacio sea ya el centro de reunión de la comunidad cultural de esta ciudad. Don Raúl ha hecho de todo: fue militar, policía, bombero y motociclista acrobático. Hace cinco años le fue clausurado su bar y como protesta se encadenó frente al Palacio de Gobierno (¡sí que es un tigre!) Gracias a la artista visual Malena Díaz por invitarnos a Pintarle una raya al tigre
(como se tituló esta expo móvil).
Un ojo en la cerradura juchiteca
Ya comienzan a repartirse las invitaciones para la gran exposición convocada por el artista Soid Pastrana, quien reúne a más de 30 artistas de primerísimo nivel para incursionar en el provocador tema de Vouyer, el ojo en la cerradura. Hemos visto algunas obras y son en verdad atrevidas. Esta muestra se inaugurará en Juchitán, Oaxaca, el próximo octubre, en homenaje al desaparecido vouyerista Macario Matus. Allá nos vemos.