Aumentarían dependencia y pobreza alimentarias, alertan ONG
PRI, PAN y PRD presentaron iniciativas en el Senado para abrir la puerta trasera
Domingo 20 de septiembre de 2009, p. 34
A pesar de que existe un artículo en la Ley de Promoción y Desarrollo de Bioenergéticos que prohíbe el uso de maíz nacional en la producción de biocombustibles, hasta el momento se han presentado cinco iniciativas para terminar con esta situación
y permitir el uso del grano en ese rubro, aseguraron organizaciones campesinas y civiles.
Advirtieron que de aprobarse esas iniciativas, se vulneraría aún más la soberanía alimentaria, además de que también por conducto del reglamento de dicha ley –publicado en junio pasado–, se está abriendo la puerta de atrás para permitir el empleo del maíz en la elaboración de etanol
, pues señala que se permitirá utilizarlo si el grano es importado. Finalmente, ¿quién verificará si es o no nacional?
, sostuvieron.
En entrevista, Víctor Suárez, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), indicó que en el país varios grupos empresariales han presionado para utilizar maíz mexicano en la producción de etanol, pero aún no lo logran, pues el artículo 11, fracción VIII de la ley de bioenergéticos indica que eso sólo ocurrirá si hay excedentes en la producción interna.
Indicó que en un país como México, que tiene dependencia alimentaria de 42 por ciento e importa 16 millones de toneladas de granos básicos, entre ellos maíz y sorgo, con un valor de 5 mil 500 millones dólares
, destinar granos a la elaboración de dichos energéticos no es recomendable, pues puede incidir en que haya menor disponibilidad de estos productos y alza de precios.
Apuntó que también se incrementaría la dependencia en alimentos, lo que incidiría en el aumento de la pobreza alimentaria. En la actualidad, 20 millones de mexicanos padecen hambre y uno de cada cinco está en pobreza. En esas condiciones, desviar alimentos para producir etanol es una decisión política y éticamente equivocada e insostenible, se comete un crimen de lesa humanidad
.
Acotó que debido a la intención de quitar las restricciones para el uso del grano en la elaboración de biocombustibles, las organizaciones integrantes de la campaña Sin Maíz no hay País y Vamos al Grano estamos demandando una moratoria a la producción de biocombustibles porque sabemos que quieren colar por la puerta trasera la apertura al uso del maíz. Las trasnacionales desean aumentar sus utilidades y poco les importa que suban los precios de los alimentos, ante lo que el gobierno es insensible y cómplice
.
Raúl Benet Keil, de Oxfam México, precisó que estas iniciativas se encuentran en el Senado y todas giran sobre los mismos términos: quitar la prohibición que existe en la ley de bioenergéticos para utilizar el maíz en tanto no haya excedentes, y fueron presentadas por legisladores de PRI, PAN y PRD
.
Según estas agrupaciones, antes de recurrir a los alimentos para producir biocombustibles se debe incentivar la investigación para generar energéticos de segunda y tercera generaciones, esto, es a partir de desperdicios de cultivos agrícolas, basura, celulósicos de madera y algas, entre otros.
Pese a la crisis alimentaria mundial, la tendencia generalizada es incrementar las superficies cultivadas con alimentos para producir biocombustibles. Estados Unidos prevé destinar para 2016 alrededor de 124.5 millones de toneladas de maíz para generar etanol; actualmente canaliza poco más de 100 millones.