Espero que la división entre cubanos no sea parte del futuro
Domingo 20 de septiembre de 2009, p. 7
La Habana, 19 de septiembre. Parece mentira, pero ya estamos aquí
, dice Juanes, mientras rasga la guitarra en el escenario. El calor de las dos de la tarde estremece y Paz sin fronteras inicia su cuenta regresiva este sábado, con un ensayo general en la Plaza de la Revolución.
El espectáculo del domingo tiene unos 80 minutos más de lo previsto inicialmente. En total son cinco horas y 20 minutos, de las 2 de la tarde a las 7 de la noche, hora local.
Olga Tañón abre la función y la cierran Juanes y Los Van Van. Cada uno de ellos tiene treinta minutos, el mayor tiempo de los distribuidos entre todo el elenco. El resto sale en este orden: Carlos Varela, Víctor Manuel, Amaury Pérez, Cucú Diamante y Yerbabuena, Luis Eduardo Aute, X Alfonso, Miguel Bosé, Silvio Rodríguez, Danny Rivera, Juan Fernando Velasco, Jovanotti y Orishas.
La Tañón está de reposo absoluto, por una laringitis intempestiva, pero su esposo y productor, Billy Denizard, confía en que no tendrá problema para cantar el domingo.
Alejandro Gutiérrez, uno de los productores de Juanes, picotea una cajita de cartón con carne de puerco y arroz con frijoles, la más popular de las comidas rápidas cubanas. Está satisfecho con las pruebas de sonido. Todo está saliendo muy bien, todo está en tiempo.
Cuenta que es el equipo estándar que carga Juanes para sus conciertos: un sistema de sonido español y el de video estadunidense, una pantalla gigante de 20 por 15 pies, que queda lista detrás del escenario. Gutiérrez dice que no hay dificultad para que se vea la imagen bajo la luz del sol de la tarde, pues la estructura tiene un material especial, que lo permite.
Es el mismo equipo, matiza el productor, pero no la cantidad. Esta vez vinieron 196 cajas (o bafles), más otras que pusieron los cubanos. En total, más de 200, con tres escalones de repetición a lo largo de la explanada. A más o menos medio kilómetro de distancia, en el otro extremo de la plaza, el sonido retumba como si lo tuviera uno en los audífonos.
El concierto se transmite el domingo en la cadena nacional cubana, en Yahoo y Univisión por Internet, y en la red hispana de Estados Unidos HITN, por lo menos. Pero estará disponible para todo el que quiera tomar la señal que la isla subirá al satélite. En la carpa de la producción nadie se anima a vaticinar cuál será el impacto televisivo.
No ha sido un camino fácil, con bastantes tropiezos, pero yo creo que todos hemos logrado vencer el miedo y hemos llegado hasta aquí hoy
, dice Juanes a la prensa.
Hay que cambiar el discurso
No puede sustraerse a la polémica, pues él mismo recibió amenazas de muerte en Miami, donde vive, por lo que va desgranando sus ideas conciliatorias: por ejemplo, quisiera que algún día Silvio Rodríguez pudiera cantar en esa ciudad; que con el tiempo las cosas puedan cambiar y la familia cubana sea una sola
; que el apoyo que le dieron algunos opositores cubanos presos a su presentación es importante
, porque es tiempo para cambiar de discurso y se pueden intentar otras maneras de comunicarse
.
En Miami hay mucho dolor y en parte estamos aquí por eso
, agrega el colombiano. Dice que no quiere que la separación entre familias cubanas sea parte del futuro
.
El escenario está caliente y el pronóstico del tiempo también. El Instituto de Meteorología prevé para el domingo un amanecer parcialmente nublado y un día caluroso, entre 32 y 35 grados centígrados, con vientos débiles.
En la avenida Paseo, la anchurosa vía que sube una loma para unir el barrio del Vedado con la Plaza de la Revolución, se instalan puestos de comida y tiendas de primeros auxilios. Las autoridades piden a los que vayan al concierto que lleven gorras, sombreros, agua y dulces, para soportar la jornada. A Dios le pido…