En el actual periodo de crisis no es conveniente establecer reservas estratégicas de alimentos en el país, porque, al ser la nuestra una economía abierta, se afectaría la operación de los mercados, afirmó el secretario de Agricultura, Francisco Mayorga, durante su participación en la clausura del Foro Global Agroalimentario 2009.

En este momento, una reserva ya no sería tan efectiva. Funcionaron cuando las economías eran cerradas, cuando el tipo de cambio y tasa de interés estaba fijado por el gobierno. Ahora, son condiciones muy diferentes; puedo estar equivocado, no digo que tenga la verdad. Pero sería necesario revisarlo, precisó más tarde en entrevista.

Consideró que para que existan excedentes de productos agropecuarios, como maíz, leche y azúcar, se debe tener una planeación productiva en lugar de crear reservas estratégicas.

Sobre las denuncias de productores de frijol de pérdidas de 50 por ciento de sus cosechas a causa de la sequía, sostuvo que las intensas lluvias de las últimas semanas generaron una importante recuperación en el sector, por lo que no se prevé escasez.

No veo que haya focos rojos en la producción de lo básico, que serían maíz y frijol, precisó.

Al ofrecer una conferencia magistral en el encuentro organizado por el Consejo Nacional Agropecuario, el funcionario señaló que es un objetivo legítimo que se proponga la creación de reservas estratégicas, pero se debe tomar en cuenta que la administración de éstas, por parte del gobierno, puede constituir en las actuales circunstancias un factor de incertidumbre adicional en el mercado.

“¿Qué productos debemos incluir en la reserva? ¿De qué tamaño debe ser, cuantos meses vamos a reservar de consumo? ¿Dónde deben estar físicamente esas reservas? ¿Deben ser productos nacionales o productos importados, o con ambos? ¿Cuándo comprar y cuándo vender?

De la respuesta a éstas y otras preguntas dependerán los efectos de una política de este tipo; sin embargo, en todo caso, debe quedar claro que al momento en que gobierno entre a jugar a los mercados como comprador, presionará los precios al alza, mientras que cuando se deshaga de la reserva se presionarán dichos precios a la baja, apuntó.

Añadió que la operación de reservas estratégicas para el gobierno se traducirá en costos muy difíciles de predecir. Además de que el precio de compra se volvería un referente oficial para el vendedor, mientras que el de venta lo sería para el comprador.