Piden no confiar
o deben echarse las campanas al vuelo por haber sido postergada la construcción de la hidroeléctrica La Parota, en el municipio de Acapulco, Guerrero. La suspensión temporal
de los trabajos se debe, según información oficial, a la crisis económica que enfrenta el país. Así es que, por lo pronto, uno de los proyectos más ambiciosos del sexenio de Vicente Fox no se llevará a cabo, lo cual no indica que esté cancelado ni que el gobierno federal, por medio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) haya desistido.
A partir del anuncio de la construcción de la hidroeléctrica se integró el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (Cecop), movimiento de comuneros de la región que logró, gracias a la fuerza y determinación para defender sus tierras, que pararan los trabajos que la CFE había comenzado. Hoy, luego de que fue anunciada la suspensión, los campesinos llaman a mantener la vigilancia y a no confiarse
, pues las autoridades de Acapulco insisten en que la obra se reactivará el próximo año, cuando las finanzas nacionales se hayan recuperado.
El multimillonario proyecto de la presa tiene prevista la inundación de 17 mil hectáreas de tierras cultivables de los bienes comunales de Cacahuatepec, localidad ubicada al norte de la zona urbana de Acapulco, con lo que desaparecerían aproximadamente 30 pueblos, 25 mil campesinos serían afectados de manera directa y más de 70 mil de forma indirecta.
El Cecop recibió con escepticismo la noticia de la postergación de las obras (que algunos medios alternativos difundieron, como la cancelación
de la misma, dando por hecho el triunfo del movimiento). El Consejo advirtió que se trata de un buscapiés
del gobierno federal, por lo que llamó a la sociedad civil nacional a mantenerse alerta y a los comuneros a no confiarse.
La posibilidad de que los defensores de las tierras se queden dormidos
después de la noticia, es muy preocupante, pues el propio gobierno ha reiterado que el proyecto no se ha tirado a la basura. De acuerdo con el programa de la CFE, los trabajos deberían haber empezado en abril pasado sobre el río Papagayo, para concluirse el 30 de agosto de 2015, con una inversión de mil 100 millones de dólares.
En 2003, en silencio criminal y sin contar con autorización de las comunidades ni con el permiso de la Semarnat, la CFE ingresó a Cacahuatepec con la maquinaria para ampliar caminos, rastrear, realizar perforaciones y talar árboles. Los gobiernos federal y estatal impulsaron falsas asambleas y hasta falsificaron firmas para obtener los permisos. De nada les sirvió, pues el movimiento en contra de La Parota se consolidó y más de seis años después sigue vigente.