La fuga de capitales se ha transformado en un tema agudo, particularmente para México, pues supera los 4 mil millones de dólares sólo en el último semestre, advirtió Benjamín García Paez, coordinador de la Unidad de Posgrado de la Facultad de Economía de la UNAM.

Aunque autoridades como el Banco de México califiquen el fenómeno como repatriación de utilidades o recapitalización de sucursales, dijo, el fenómeno cobra mayor importancia porque durante mucho tiempo pareció haber desaparecido de la economía nacional.

Si bien dijo que los capitales tienen una vocación para huir, el que prefieran salir de México en busca de otras naciones que no necesariamente son paraísos fiscales ni ofrecen mucho mejores rendimientos, es atribuible a la incertidumbre, nerviosismo o inseguridad que existe en el país.

El economista admitió que mientras el gobierno mexicano pondera los flujos de inversión directa extranjera (IED) que ingresan, de alguna manera minimiza la salida de capitales al señalar que se trata de repatriación de utilidades u otros argumentos.

Otro elemento a considerar, dijo, es el crecimiento de depósitos de mexicanos en instituciones financieras del extranjero, particularmente en Estados Unidos, aunque lamentó que no existan datos precisos al respecto y lo que se maneje sean estimaciones.

García Paez inauguró ayer el seminario internacional Evaluación del efecto de la inversión extranjera directa en economías en desarrollo, organizado por la UNAM y el Colegio de la Frontera Norte, donde se advirtió sobre la caída de los capitales externos que se invierten en México.

Recordó que desde 1982 se observó en México el riesgo que implica para la economía nacional la dependencia de los recursos externos y se planteó desde entonces reducir dicha vulnerabilidad. Sin embargo, esa meta no se ha podido lograr.