San Cristóbal de las Casas, Chis. 16 de septiembre. La libertad del profesor Alberto Patishtán Gómez es una asignatura pendiente del gobierno de Chiapas. Al ser el único reo de la organización de presos políticos de la Voz de Amate que permanece recluido, y ya no en la cárcel El Amate, sino desde abril pasado en la de Los Llanos, en San Cristóbal de las Casas, él es esa organización, adherente de la otra campaña.

La organización de ex presos políticos y familiares Voces Inocentes denunció que el gobierno de Juan Sabines Guerrero tiene como rehén político a Patishtán Gómez. A pesar de haber demostrado su inocencia jurídicamente en las revisiones de expedientes que se hicieron, no se ha logrado la libertad que merece.

Voces Inocentes acusa al gobierno de lavarse las manos al justificar el incumplimiento de su compromiso con la liberación del profesor diciendo que es delito federal y no le compete resolver. Ello demuestra que es un gobierno de poca capacidad y voluntad política, pues debería resolver de una vez el caso de nuestro compañero, que lleva encarcelado nueve años y tres meses injustamente.

De los 48 presos que el año pasado realizaron una huelga de hambre en tres penales del estado, sólo él no ha alcanzado la libertad. Voces Inocentes exige libertad inmediata e incondicional para Patishtán Gómez, y que se retire el obstáculo que nos imponen para poder visitarlo.

David contra Goliat

En su más reciente Informe, el Servicio Internacional para la Paz (Sipaz) recuerda que han pasado 15 meses desde la huelga de hambre en marzo y abril de 2008. En el tiempo transcurrido, casi todos salieron. Sólo falta Patishtán.

Fue detenido el 19 de junio de 2000, acusado de emboscada, portación de armas y homicidio calificado de policías estatales en su municipio de origen, El Bosque. Según el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas y otros que han dado seguimiento a su caso, son muchos los elementos e irregularidades en su proceso que llevan a inferir sobre su inocencia.

En concreto, se le acusó entonces, como venganza política y usándolo de chivo expiatorio del gobierno de El Bosque, priísta como él mismo entonces, de realizar una emboscada criminal contra la policía estatal en un camino, sin tener móvil alguno ni haber estado presente en el lugar de los hechos.

Por ser delitos del fuero federal, no estuvo en la lista de los presos liberados, dado que fue el gobierno estatal de Chiapas, ante la presión de los mismos presos y la solidaridad nacional e internacional, que implementó una mesa de revisión de casos, liberando a casi 300 de ellos por inocencia o violación a las garantías del debido proceso, apunta Sipaz.

Sobre su situación jurídica, Patishtán dijo al organismo civil que la defensa ha tratado de agilizar su proceso, para que se traslade el caso del ámbito federal al estatal, y facilitar su liberación. Aunque ya se hizo la solicitud, el trámite no registra avances.

Ahora adherente de la otra campaña, la concientización de los demás presos es otra cosa a la que se dedica, agrega el Informe. Patishtán “ya no cree en los partidos políticos, que usan la gente como ‘escalera’”, y está convencido de que la autonomía indígena parece ser el camino.

También advierte: nos ignoran por ser indígenas, por ser tzotziles, por falta de estudio. Y es algo que se reproduce en los propios pueblos, pues los que tienen dinero se salen de la comunidad o se van con el gobierno.

Sobre su libertad y la de los demás presos políticos e indígenas, reflexiona: El ejercicio mental que tenemos que mantener es el de David contra Goliat, saber que sí se puede vencer.