La noche del Grito de Independencia fue tranquila en Morelia, Michoacán, donde el año pasado dos granadas de fragmentación dejaron ocho muertos y más de 100 heridos.

El procurador de Michoacán, Jesús Montejano, aseguró que a pesar de algunas amenazas las fiestas patrias se celebraron con calma en toda la entidad. En Morelia, mil 800 elementos de seguridad de los tres niveles de gobierno vigilaron por tierra y aire la ciudad, de un millón de habitantes.

Montejano sostuvo que se recibieron ocho amenazas telefónicas en Morelia y Pátzcuaro, y en Jiquilpan se repartieron volantes en los cuales se advirtió a los ciudadanos de un atentado en la ceremonia del grito.

La premio nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, fue oradora oficial de la llamada Ceremonia de la Paz, efectuada el martes a las 11 horas. La guatemalteca invitó a los michoacanos a no caer en la cultura del miedo y a enfrentar pacíficamente la delincuencia organizada, pues lo más grave es el silencio y la aceptación de estar secuestrados por gente sin escrúpulos.

Entre los asistentes a la ceremonia figuraron unos 20 familiares de las víctimas de las explosiones causadas de 2008. Nos costó mucho trabajo regresar a este lugar, pero les dije a mis hijos que había que afrontarlo para superar el trauma, dijo el esposo de la maestra Elisa Guerrero García, quien murió en la plaza.

No hubo multitudes, tampoco juegos pirotécnicos ni la verbena popular. Después del Grito, el gobernador Leonel Godoy bajó del palco del palacio de gobierno y saludó a personas que se encontraban en avenida Madero y en la plaza Melchor Ocampo.

El miércoles se realizó el desfile de Independencia, pero sin la participación de estudiantes.

En tanto, las ceremonias y desfiles se suspendieron en los municipios de Guadalupe, Distrito Bravo y Praxedis G. Guerrero, Chihuahua, por supuestas amenazas del crimen organizado.

La vigilancia policíaca y militar se reforzó en las capitales de Querétaro –donde se instalaron ocho filtros de seguridad para ingresar a la plaza de armas– y Tlaxcala, así como en Cuernavaca, Morelos; Salina Cruz, Oaxaca, y Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Ernesto Martínez Elorriaga, ‘Rubén Villalpando, Mariana Chávez, Hiram Moreno, Carlos Figueroa y Rubicela Morelos, corresponsales, y La Jornada de Oriente.