El CEESP critica el sistema tarifario y subsidios generalizados
Jueves 17 de septiembre de 2009, p. 30
Por cobros indebidos o deficiencias en el servicio que prestan, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Luz y Fuerza del Centro (LFC) acumularon en conjunto 687 quejas mensuales en promedio entre enero y agosto de 2009 –22 cada día–, revela el Buró Comercial de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
A su vez, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que el sistema tarifario ha llevado al país a sobreinvertir en plantas de generación eléctrica y se ha descuidado el financiamiento a la distribución, lo que ha conducido a fallas en el voltaje e interrupciones en el suministro.
El organismo precisó que las 44 tarifas aplicables actualmente al consumo de energía eléctrica, tanto por la CFE como por la LFC, son resultado de décadas de inercia administrativa y de cabildeos de grupos interesados, más que de un mecanismo de eficiencia económica
.
Dijo que a ello se suma el abierto robo de energía por el sector informal del país y de muchos domicilios particulares, lo que redunda en mala calidad del servicio.
Sobre las quejas ante Profeco el mayor número corresponde a la CFE, ya que concentró casi ocho de cada 10 quejas presentadas y en los meses señalados aglutinó 4 mil 227 expedientes en su contra.
Tal cifra representa un incremento de 35 por ciento en las quejas de consumidores contra la CFE en tan sólo dos meses, ya que, según Profeco, hasta junio pasado tenía 3 mil 130, pero en el cuarto bimestre (julio-agosto) se registraron mil 97 expedientes más.
En tanto, Luz y Fuerza acumuló mil 273 quejas en su contra de enero a agosto (159 por mes o cinco por día), pero Profeco destaca que la mayoría de los casos contra ambas instituciones se ha resuelto mediante conciliación, una vez que les explican
los distintos niveles de tarifas que manejan.
Así por ejemplo, dado que la CFE cuenta con ocho tarifas distintas, un kilovatio por hora (kWh) puede pagarse a 0.59 pesos si se ubica dentro del consumo básico –de uno a 150 kWh–, y a 30 pesos si el usuario excede dicho nivel, según explica la misma Profeco en su revista de este mes, difundida también por Internet.
Por un solo kilovatio que el usuario consuma de más puede pagar el doble. Profeco ejemplifica que si por 500 kWh pagaba 904 pesos por bimestre, al llegar a 501 pagará mil 756 pesos, lo que implica que un solo kWh costará en este caso 851 pesos, un incremento de 94 por ciento.
El CEESP planteó un sistema tarifario que refleje el diferente costo marginal social de producir y entregar energía, tanto en diferentes épocas del año como en horas del día y lugar de consumo.
En el documento Por una reforma integral de las finanzas públicas, el organismo señaló que las tarifas subsidiadas a la extracción de agua para riego han contribuido a la sobrexplotación de mantos acuíferos debido a sistemas de riego ineficientes, y en los hogares, las tarifas subsidiadas han favorecido más a los menos pobres.
(Con información de Juan Carlos Miranda.)