Economía
Ver día anteriorJueves 17 de septiembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Están amenazados la mayoría de los ecosistemas de América Latina, advierte

BM: países en desarrollo pagarán el mayor costo del daño por el cambio climático
 
Periódico La Jornada
Jueves 17 de septiembre de 2009, p. 29

El Banco Mundial (BM) advirtió que las crisis climáticas ocasionadas por el aumento de la temperatura en la tierra se convirtieron en un nuevo obstáculo al desarrollo, en un momento en que por primera vez el número de personas que sufren hambre rebasó los mil millones y uno de cada cuatro niños en los países en desarrollo está desnutrido.

Los países en desarrollo, en los que un cuarto de la población vive en pobreza, asumirán la mayor parte de los costos derivados del daño del cambio climático, indicó. Estas naciones, añadió, enfrentan de 75 a 80 por ciento del daño potencial del cambio climático, por lo que deben intensificar la productividad agrícola, contener el avance de la desnutrición y las enfermedades, y construir una infraestructura con capacidad de resistencia al clima.

En el Informe del desarrollo mundial 2010, publicado el martes pasado, el organismo mencionó que la reducción de la pobreza y el desarrollo sustentable se mantienen como prioridades en el mundo. Una cuarta parte de la población de los países en desarrollo vive con menos de 1.25 dólares por día, bajo el umbral de la pobreza. Mil millones de personas (una sexta parte de la población mundial) carecen de agua potable; mil 600 millones de electricidad, y 3 mil millones de redes de saneamiento. Es más: una cuarta parte de los niños que viven en naciones en desarrollo están desnutridos.

Es en este entorno de necesidades que el cambio climático se ha convertido, dice el organismo, en una amenaza para todos los países, pero en especial para los menos avanzados, los que ahora padecen entre 70 y 80 por ciento del total de los daños materiales causados por las alteraciones medioambientales.

“Incluso un aumento de la temperatura en 2 grados centígrados sobre los niveles prevalecientes antes de la industrialización –quizá el mínimo que el mundo experimentará– podría causar reducciones permanentes del producto interno bruto de 4 a 5 por ciento para los países de África y Asia del sur”, donde prevalecen los mayores niveles de pobreza, apuntó.

Agregó que la mayoría de los países en desarrollo carecen de la suficiente capacidad técnica y financiera para hacer frente a un incremento en el riesgo climático y la mayoría de esas naciones están ubicadas geográficamente en regiones tropicales y subtropicales, sujetas a grandes variaciones del clima.

Según estimaciones contenidas en el reporte, el clima ya aumentó un grado centígrado desde la época preindustrial a la fecha.

Por el cambio climático, la mayoría de los principales ecosistemas de América Latina están bajo amenaza, indicó. Primero, los glaciares de los Andes están en riesgo de desaparecer, lo que de ocurrir afectará la cantidad de agua disponible para los países de la región, lo que resultaría en presiones de suministro para al menos 77 millones de personas ya en 2020, además de que se vería afectada la capacidad de generación hidroeléctrica, que es la fuente de la mitad de la electricidad en los países sudamericanos.

En segundo lugar, el calentamiento e incremento de la acidez en los océanos que rodean a Latinoamérica producirá condiciones más difíciles para la subsistencia de los arrecifes de coral, de los que dependen dos terceras partes de las especies marinas, además de que proveen una protección natural contra tormentas y representan también un activo turístico.

Una tercera consecuencia para la región, añadió, es que los daños que el cambio climático causa a los pantanos en las costas del Golfo de México harán que esas zonas sean más vulnerables a los cada vez más frecuentes e intensos huracanes.

Los países en desarrollo asumirán la mayor parte de los costos derivados del daño del cambio climático, abundó. Muchos de los habitantes de los países en desarrollo viven en sitios con exposición física y condiciones económicas precarias, y su capacidad de adaptación financiera e institucional es limitada, detalla el informe. Asimismo, las autoridades de algunos países en desarrollo advierten que cada vez es mayor la porción del presupuesto de desarrollo que destinan para hacer frente a las emergencias de tipo climático, puntualizó el reporte.