Mientras el campeón minimosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) Édgar Sosa (37-5; 21 nocauts) piensa cerrar el año con la undécima defensa de su cetro, el 21 de noviembre, en Chiapas, para luego ir por una pelea grande, seguramente en el extranjero, su compatriota Jorge Travieso Arce se debatirá entre seguir en el pugilismo o colgar los guantes.

El monarca capitalino defendió con éxito por décima ocasión en Puebla su corona mundial ante el puertorriqueño Omar Soto (Kot, sexto). La estrategia era golpearlo abajo para irlo disminuyendo, aunque, como todos los boricuas, salió fuerte y aguantador y eso me complicó los primeros momentos, dijo en entrevista telefónica.

Sosa, quien impuso récord de defensas consecutivas, recordó que su rival tenía la experiencia necesaria para poder vencerme, pues le echó todas las ganas, pero pude conectar el golpe definitivo en el sexto episodio.

En el Caribe mexicano las fiestas patrias no resultaron divertidas para el mochiteco Jorge Travieso Arce (52-6-1; 40 kots), quien sucumbió por decisión ante el sudafricano invicto Simphiwe Nongqayi (16-0;6 kots), por lo que analizará con su promotor Fernando Beltrán y con su familia la eventualidad de seguir sobre los cuadriláteros o retirarse.

Ya son muchos años (12) en el boxeo profesional y más de 60 peleas, recordó el púgil, quien señaló: Me tomaré unos días para ir con mi familia a un crucero a Miami y pensar mis pasos futuros.

El Travieso admitió que la reciente derrota lo desmoralizó más que otros reveses, porque creo que fue el calor y la humedad lo que me hicieron desinflarme. El rival no tenía con qué ganarme, pero como viene de un clima muy caluroso y con mucha humedad, pues estaba en lo suyo, y como yo entrené con frío, al final eso me afectó.