No volveremos a los días de comportamiento imprudente y de exceso sin control, dice
Debemos poner en marcha las reformas financieras que eviten colapsos similares, sostiene
Martes 15 de septiembre de 2009, p. 28
Nueva York, 14 de septiembre. Al cumplirse un año de la caída de Lehman Brothers, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió a las firmas financieras que no se opongan a reformar el sistema regulatorio del sector e instó al Congreso a aprobar sus propuestas en la materia para fin de año.
El mandatario expresó que, si bien la economía y el sistema financiero estaban mostrando señales de recuperación, era necesario destacar que la normalidad no puede llevar a la complacencia. Lamentablemente hay gente en la industria financiera que está malinterpretando este momento. En vez de aprender las lecciones de Lehman y de la crisis de la cual aún nos estamos recuperando, prefieren ignorarlas
, afirmó Obama en un discurso en el corazón de Wall Street. Por lo tanto, quiero que escuchen mis palabras: no volveremos a los días de comportamiento imprudente y de un exceso sin control
, señaló.
Un año atrás vimos crudamente cómo los mercados se pueden equivocar, cómo la falta de reglas de sentido común puede conducir al exceso y al abuso, cuán cerca podemos acercarnos al abismo
, indicó Obama, según declaraciones preparadas en el primer aniversario de la caída de Lehman Brothers. Un año después debemos poner en marcha esas reformas que evitarán que este tipo de crisis vuelva a ocurrir
, afirmó.
El discurso de Obama también buscó demostrar a otros países que su gobierno es serio en el combate de las debilidades y los excesos en el sistema financiero estadunidense, acusado de generar una crisis global tras la declaración de quiebra del banco de inversión Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008.
La reforma al sistema financiero será un tema clave en la cumbre del Grupo de los 20 países más ricos del mundo (G-20) que se celebrará la próxima semana en Estados Unidos. Los avances del gobierno de Obama sobre el tema han sido algo lentos.
El Tesoro precisó que el sistema financiero de Estados Unidos seguía frágil y que las medidas de estímulo tendrían que retirarse con cuidado para evitar descarrilar la incipiente recuperación.
Obama consideró que si bien sigue habiendo necesidad de que el gobierno se involucre para estabilizar el sistema financiero, esa necesidad disminuye
.
En la misma línea que Obama, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, agregó que era clave que el Congreso apruebe una restructuración de la normativa financiera para fines de este año.
Disputas en el Congreso
El proceso se ha visto frenado por la resistencia en el Congreso, lo que hace dudar de que el presidente pueda poner en marcha la ley antes de final de año. La batalla de Obama por reformar el sistema sanitario ha afectado su popularidad, por lo que espera recuperarla con las señales de que la economía comienza a mejorar.
Algunos de los pares de Obama desean que Washington se mueva más decididamente para reformar el aún vulnerable sistema financiero. El foco puesto en la legislación sobre el sistema de salud ha ensombrecido el paquete de medidas regulatorias para el sector financiero que el presidente reveló en junio.
Obama daría a la Reserva Federal nuevos poderes para fiscalizar a las grandes compañías financieras que puedan representar un riesgo sistémico
para la economía. También podría establecer un proceso para que el gobierno federal tome el control y liquide firmas financieras en problemas y crear una agencia regulatoria para productos como hipotecas, préstamos para automóviles y tarjetas de crédito. Quienes impulsan un cambio en la regulación financiera desearían ver al presidente asumiendo un papel mayor en el proyecto de reforma.
Corresponde al gobierno y a los líderes legislativos insuflarle algo de vida a lo que queda del concepto de reforma
, escribió el ex vicepresidente de la Fed, Alan Blinder, en una columna en el diario New York Times.