La Habana, 12 de septiembre. Juan Almeida Bosque, uno de los cuatro líderes históricos de la revolución cubana que hasta ahora permanecían en posiciones de máximo nivel, murió el pasado viernes a los 82 años de edad de un paro cardiorrespiratorio, según informó hoy el Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Un comunicado del Politburó destacó la lealtad del extinto líder hacia el comandante Fidel Castro, a quien se unió en la lucha política en 1952. Estuvo siempre en la primera línea de combate junto al jefe de la revolución, valiente, decidido y fiel hasta las últimas consecuencias, señaló.

El Consejo de Estado decretó duelo oficial de 12 horas que se cumplirá este domingo.

Almeida era parte de la generación dirigente de la guerrilla que triunfó en 1959. De ese núcleo de líderes sólo continúan en cargos de primera línea Fidel Castro, de 83 años, todavía primer secretario del PCC a pesar de su enfermedad; su hermano Raúl, de 78, jefe de Estado y de gobierno, y Ramiro Valdés, de 77, vicepresidente del Consejo de Ministros, todos integrantes del Buró Político del partido oficial.

Parco en público, pero apasionado de la música y autor de unas 300 canciones, Almeida no tenía funciones operativas. Sin embargo, el dirigente se mantuvo hasta su muerte en el primer círculo del poder en Cuba.

Era uno de los seis miembros de la Comisión del Buró Político del PCC, una especie de estado mayor en el mandato de Raúl Castro y uno de los cuatro vicepresidentes del Consejo de Estado (Ejecutivo y Legislativo).

Almeida murió a las 23:30 horas del viernes, según el comunicado, que empezó a difundirse en el radio al amanecer de este sábado. Los dos periódicos nacionales circularon a partir del mediodía, impresos con tinta negra, sin los colores habituales.

Almeida presidía el agrupamiento de veteranos, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana y durante décadas encabezó el ceremonial de recepción de las cartas credenciales de los embajadores extranjeros.

Su última aparición en público fue durante la sesión del Parlamento del pasado primero de agosto en La Habana.

Con Valdés y Guillermo García Frías fue uno de los tres únicos jefes guerrilleros con el título honorífico de comandante de la revolución, además de que en 1995 publicó el libro ¡Atención, recuento!, sus memorias de campaña en tres tomos.

Su dolencia cardiaca era conocida desde que en diciembre de 2003 él mismo se sintió obligado a difundir una carta para explicar su ausencia súbita de actividades públicas. Dijo entonces que estaba obligado al reposo absoluto y a evitar emociones fuertes.

En esa época, de acentuada tensión con el gobierno estadunidense de George W. Bush, Almeida, Valdés y García presidían mítines semanales de respaldo al liderazgo cubano.

Almeida se unió a Fidel desde las primeras acciones contra el golpe de Estado de 1952, que instauró en Cuba la dictadura de Fulgencio Batista.

Con los dos hermanos Castro, Almeida asaltó el Cuartel Moncada (1953), fue a prisión, se exilió en México y volvió en la expedición del yate Granma (1956) para pelear en la Sierra Maestra, donde encabezó un frente guerrillero.

Tras el triunfo de la revolución en 1959, dirigió el ejército y la fuerza aérea y fue viceministro primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Siempre integrado a las sucesivas dirigencias políticas de la época, el dirigente revolucionario ingresó al Buró Político desde la fundación del PCC, en 1965.

Fue diputado, miembro del Consejo de Estado y vicepresidente de la república desde 1976, cuando fueron creadas las actuales instituciones. En 1998 recibió el título honorífico de Héroe de la República de Cuba.

Había nacido el 17 de febrero de 1927 en una familia obrera y numerosa, y trabajó como albañil hasta que se dedicó de lleno al activismo revolucionario.

Su inclusión en el liderazgo guerrillero y luego en la dirigencia del nuevo poder fue entendida como un símbolo de la presencia de la población negra y los sectores pobres, en un país de herencia racista y gobiernos elitistas.

El Buró Político dijo que, por su propia petición, los restos de Almeida no serán expuestos. Su funeral se realizará con honores militares en un mausoleo en el frente que encabezó, en el oriente del país, y este domingo recibirá un homenaje popular en La Habana y en Santiago de Cuba.

Su hijo Juan Juan, de 44 años de edad, quien está detenido en la isla, acaba de publicar en España un libro de ruptura política con el liderazgo cubano.

Por último, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, envió este sábado un mensaje de pésame al gobierno de Raúl Castro por el fallecimiento del número tres de los dirigentes históricos de la revolución de este país, informó en Caracas –en un comunicado– el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano, señaló un despacho de la agencia Afp.