Ahondarán la recesión, generarán tensión social e incentivarán el desempleo, dicen expertos
están de cabeza
Presentan conclusiones del taller México frente a la crisis: hacia un nuevo curso de desarrollo
Viernes 11 de septiembre de 2009, p. 3
El proyecto presupuestal de Felipe Calderón para 2010 está de cabeza
, sus propuestas recaudatorias ahondarán la recesión, generarán más tensión social, incentivarán el desempleo, abrirán el hoyo social y profundizarán aún más la crisis financiera, advirtieron 17 personalidades de la política y la academia de México, quienes exigieron un viraje en el actual modelo económico y social del país.
Estos personajes participaron durante los últimos cinco meses en el taller México frente a la crisis: hacia un nuevo curso de desarrollo. El investigador emérito de la UNAM Rolando Cordera Campos leyó el documento de conclusiones, donde se asienta que el nuevo modelo económico para el país debe incluir, entre otras cuestiones, políticas anticíclicas basadas en una estrategia agresiva de inversiones públicas; políticas monetarias que consideren objetivos de crecimiento y empleo, y no sólo de inflación, y un acceso efectivo y exigible
a educación y salud de calidad para todos.
El grupo de expertos está conformado por los ex secretarios de Hacienda David Ibarra y Jesús Silva Herzog; el ex candidato presidencial y ex gobernador de Michoacán, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; la ex contralora Norma Samaniego; el ex director del Banco de México y ex titular de Programación y Presupuesto, Carlos Tello; los investigadores Ciro Murayama y Rolando Cordera; los ex subsecretarios de Hacienda Francisco Suárez Dávila y Carlos Heredia, y de Desarrollo Social Enrique del Val; los ex embajadores Jorge Eduardo Navarrete y Eugenio Anguiano; el ex subsecretario de Comercio Mauricio de Maria y Campos, así como los académicos Leonardo Lomelí y Gerardo Esquivel; el político Saúl Escobar, y el ex presidente de la Concamin Prudencio López.
Salvo Silva Herzog, todos acudieron ayer a la sala uno del vestíbulo de rectoría, donde frente a la prensa presentaron las conclusiones del taller. Advirtieron que el principal problema de la economía mexicana no es el hoyo fiscal al que alude el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, sino la crisis, los problemas de producción y la nula generación de empleos, pues este año alrededor de 900 mil personas perdieron su trabajo.
En el documento advierten que en el marco de la profunda y prolongada crisis global, la crisis económica mexicana no es sólo el resultado de un desajuste de los mercados internacionales, sino de políticas erradas que han frenado el crecimiento y el avance social, por lo que exhortaron a las autoridades a armonizar su voz
con los países emergentes de mayor relevancia como China, India, y en América Latina con Argentina, Brasil y Chile.
Cárdenas Solórzano refirió que es cierto que la crisis golpea desde fuera, pero encontró un país sin brazos y sin palancas necesarias para enfrentarla
. Agregó que no ve a México al borde de la explosión social, aunque sí existen fuertes tensiones
producto de las políticas gubernamentales de restricción del gasto. Agregó que a fin de evitar esto es necesario que se instrumenten las propuestas surgidas del taller.
A su vez, David Ibarra consideró que el impuesto de 2 por ciento al consumo de todos los mexicanos –incluidos los pobres– es continuar con una política económica que va por el camino equivocado, pues este aumento lesiona gravemente
a los consumidores de menos ingresos y a las empresas que presentarán pérdidas y están quebrando.
Por su parte, Suárez Dávila dijo que la administración calderonista está dando más peso al equilibrio fiscal que a la recuperación de la economía. Se trata de un dogma donde lo que importa es el equilibrio de las finanzas públicas, aunque el paciente se muera; inclusive las propuestas más ortodoxas en el mundo están diciendo que cuando hay una recesión puede haber desequilibrios fiscales dentro de los límites razonables para combatirla
.
Las conclusiones del taller son resultado de cinco meses de trabajos y deliberaciones de este grupo de expertos. La tercera semana de marzo de este año, Cordera, Cárdenas, Suárez Dávila y Heredia llevaron la propuesta ante el rector de la UNAM, José Narro Robles, quien acogió la iniciativa –que constituyó varias discusiones de las que surgieron los planteamientos concretos para el nuevo modelo económico– y ofreció su apoyo para que se pudiera concretar. Cabe señalar que la mayoría de los integrantes del grupo son egresados de la UNAM.
En sus resultados proponen que para lograr el viraje de las actuales políticas gubernamentales, el gobierno federal debe emprender políticas anticíclicas basadas en una estrategia agresiva de inversiones públicas mediante una intervención más activa de la banca de desarrollo.
Además, reconstruir la planta productiva nacional y retomar el objetivo de la autonomía alimentaria, así como impulsar una reforma fiscal y hacendaria que no sólo se limite a lo tributario, sino incluya compromisos claros y comprobables sobre el uso de los recursos.
Plantearon que en la determinación de la política monetaria el Banco de México considere objetivos de crecimiento y empleo, y no sólo de inflación. Que se desarrolle un genuino Estado de bienestar basado en el acceso efectivo y exigible a la salud para todos y educación de calidad en los niveles básico y medio, así como ampliar la cobertura en medio superior y superior.
Subrayaron la urgencia de establecer un sistema único de pensiones y un seguro de desempleo moderno vinculado a esquemas de readiestramiento y reinserción laboral para los trabajadores formales, para que se constituya en el inicio de una amplia reforma social y laboral del país.
Agregaron que es necesario desligar la seguridad social del mercado de trabajo, pues los mexicanos deben tener acceso a ese derecho independientemente de su condición laboral.
En el ámbito juvenil –señalaron–, la estrategia gubernamental debe ser una política de bienestar que articule la acción de Estado, pues la atención a ese sector no corresponde sólo a una dependencia o nivel de gobierno, sino debe entenderse como una estrategia integral y transversal, explícita del conjunto de las instituciones públicas
.
Informaron que las conclusiones y análisis de este taller serán enviadas a la Presidencia de la República, al Congreso de la Unión, a la Conferencia Nacional de Gobernadores y a las diferentes cámaras empresariales, a fin de que las tomen en cuenta para dar un viraje a la política económica aplicada en el país desde hace más de 20 años. En ese sentido, subrayaron la importancia de la presión social y mediática para que los cambios se vuelvan una realidad.
Frente a la crisis, y para enfrentar sus costosas secuelas, México debe definir un nuevo curso de desarrollo para su tercera centuria como nación independiente
, finalizaron.