i hacemos caso a la más reciente encuesta, Silvia Pinal forma con Pedro Infante la pareja más reconocida del firmamento artístico de México. Silvia, a punto de cumplir 80 años, tiene una larga y exitosa carrera en el cine, el teatro, el mundo empresarial y político.

No está por demás recordar que no solamente fue integrante del H. Congreso de la Unión por cuenta del Partido Revolucionario Institucional, sino que de la mano de Luis Buñuel alcanzó reconocimiento internacional con películas como El ángel exterminador y Viridiana.

También fue primera dama de Tlaxcala, tras su matrimonio con Tulio Hernández, quien gobernó esa entidad. Así que logros y méritos le sobran a doña Silvia. Por eso con razón se queja de la forma poco elegante con que la obligaron a dejar la que fue su segundo hogar por casi medio siglo: Televisa. No lo tuvo allí por ser una de las figuras protegidas y consentidas de Emilio El Tigre Azcárraga, de la que fue novia. Aunque eso ayudó.

Pero doña Silvia Pinal se convirtió en pilar del consorcio televisivo por su capacidad y entrega en los programas en que participó. El último y más duradero: Mujer, casos de la vida real, con 22 años de permanencia y que este año fue eliminado para en su lugar lanzar una Rosa de Guadalupe que hace todo tipo de milagros menos, aumentar la audiencia.

Y para colmo Mujer, casos de la vida real fue copiado sin pudor por el principal canal electrodoméstico, el 13. La última vez que lloré fue hace unos días que fui a Televisa y me sentí muy mal, porque yo sentí que ya no era mi casa. Fueron tantos años desde que empezó la televisión y he sido muy constante, dijo a manera de despedida la fiel soldadera y legisladora por el Partido Revolucionario Institucional, cuando el gremio artístico tenía asegurada una curul en cada elección.

Y mientras se opaca en el canal de las estrellas la de Silvia Pinal, Televisa resucita otra figura que comenzó a trabajar allí hace 40 años y lleva 10  de retiro voluntario: Verónica Castro. Aunque en todo momento también tuvo el apoyo de Emilio El Tigre, la Vero supo por su simpatía labrarse su fama y tener el programa nocturno de más audiencia, además de protagonizar telenovelas que registraron alto rating.

Quizá por la falta de figuras que interesen al público teleadicto, se publicita el regreso triunfal de la Vero con un programa nocturno y una telenovela. Tarea que muchos consideran difícil, pues el gusto del público, el país y la propia Vero han cambiado. Pero en cambio ella no ha cambiado ni tantito a la hora de decir verdades.

Como las que expresó en la revista Hola para condenar a quienes se apoderaron de sus sobrinos e, ignorando a su papá verdadero, los incorporaron a la familia que desde hace meses presiden el gobernador del estado de México y su novia, Angélica Rivera. Se rumora que la pareja se casará en la catedral de Toluca el próximo mes.