Madrid, 10 de septiembre. Un día después de que en Italia salió a la luz pública que el primer ministro, Silvio Berlusconi, recibió a una treintena de prostitutas a la vez en su propio domicilio, el también magnate de los medios de comunicación declaró sin pudor que es el mejor presidente de Consejo de Ministros que ha tenido Italia en sus 150 años de historia.

Berlusconi, que viajó a la isla de Magdalena para una reunión con su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero, dio una rueda de prensa salpicada de histrionismo, cambios de tono y hasta una disculpa ofrecida a las políticas españolas que acompañaban al mandatario ibérico por haber dicho en su día que el gobierno español le parecía demasiado rosa.

Ante las insistentes preguntas sobre sus devaneos con prostitutas, Berlusconi señaló: Simplemente me he comportado como cualquier dueño de casa, pero no he pagado ni una lira, ni un euro. En mi vida he tenido que dar dinero a nadie por una prestación sexual. Quien ama conquistar no puede dar dinero. Quizá por eso tengo 68.4 por ciento de popularidad entre los italianos.

Mientras avanzaba la rueda de prensa, los rostros de perplejidad en la delegación española iban en aumento, pero fue a más cuando ofreció su peculiar explicación de por qué se considera el mejor gobernante italiano de la historia. Una tía mía muy simpática me dijo una vez que las cosas bonitas, si no te las dices tú, no te las dice nadie. Yo puedo decir que he sido el mejor presidente del Consejo de Ministros de Italia en 150 años.

Belusconi también tuvo algunas palabras contra la prensa, en general, y contra el periódico El País, en particular, que en su día publicó fotografías de una de las tantas orgías que organizó en su casa de Cerdeña. El mandatario italiano señaló: “podría añadir muchas cosas sobre lo que escribe su periódico, pero deben ustedes abrir los ojos y no ser facciosos. Los periódicos están perdiendo tirada y publicidad y se arriesgan a la quiebra empresarial. El País sabe mucho de eso”, señaló Berlusconi, posiblemente en referencia a la situación empresarial y financiera crítica que vive el Grupo Prisa, editora del citado rotativo.