Querétaro, Qro., 10 de septiembre. Habitantes de la delegación de Maconí, en el municipio de Cadereyta de Montes, denunciaron que, a 20 días de que concluya su sexenio, el gobernador panista Francisco Garrido Patrón no ha cumplido su compromiso de suministrar agua potable a los 15 anexos comunales de esa población. Además, su administración invadió más de 600 hectáreas donde se construye el Acueducto II, obra con que se pretende dotar de agua del semidesierto la zona metropolitana de Querétaro.

Los campesinos de los anexos Piñones, La Mora, La Onda, El Huizache, Cerro Colorado, La Lomita, Santo Tomás, El Timbre y Los Lirios, entre otros, indicaron que en 2007 firmaron un convenio con el gobierno estatal mediante el cual otorgaron 42.5 hectáreas por donde pasarían los ductos que llevarán 50 millones de metros cúbicos de agua del río Moctezuma a la capital del estado.

Felipe López García, uno de los denunciantes, sostuvo que a cambio el gobierno abastecería de líquido a cerca de 3 mil habitantes de Maconí y sus anexos, quienes toman agua de los arroyos; sin embargo, a dos años de firmado el convenio el gobierno sigue sin cumplir con la dotación e invadió 600 hectáreas.

Óscar Alcázar Zaragoza, regidor perredista del municipio de Cadereyta, dijo que la obra lleva un avance de 70 u 80 por ciento, es decir, a la capital del estado sí va a llegar el agua, pero no a los habitantes de la zona de donde la van a sacar.

En conferencia de prensa, los campesinos indicaron que una cláusula del convenio especifica que la fecha límite para cumplir los compromisos concluyó el 31 de diciembre pasado, y prevé una penalización de 20 por ciento del valor total de lo acordado.

Enrique Hernández Pacheco, otro vecino de Maconí, recordó que en dos ocasiones han impedido a los trabajadores entrar a la obra, pero lejos de recibir respuesta han sido amenazados por la Secretaría de Gobierno estatal.

Anunció que el lunes próximo volverán a bloquear la entrada a la zona donde se construyen los tanques de almacenamiento y las estaciones de bombeo, pues temen que la actual administración (que termina el 30 de septiembre) se vaya sin cumplir lo pactado.

Los habitantes de Maconí y sus anexos siembran maíz, calabaza, chile, durazno y aguacate, y trabajan de jornaleros.