Guatemala, 9 de septiembre. Guatemala amaneció hoy en estado de calamidad pública por decreto gubernamental frente a una crisis alimentaria y nutricional, y el presidente Álvaro Colom confió en la cooperación internacional como parte de un plan de emergencia.

La medida fue rechazada por la coordinadora de organizaciones no gubernamentales y cooperativas, cuyo director Elmer Velásquez, dijo que se trata de un acto de desesperación, una mascarada demagógica para movilizar recursos especialmente de la cooperación internacional.

La agencia Dpa ubicó en 17 el número de muertos que ha dejado la hambruna, mientras Afp refirió que son 462.

Esta declaratoria nos permitirá tener acceso a recursos de la cooperación internacional que se ofrecen generosamente para este tipo de situaciones, así como movilizar recursos del presupuesto nacional con mayor agilidad, dijo el mandatario en un mensaje por cadena de radio y televisión, la noche del martes.

Colom explicó que la calamidad fue decretada en todo el territorio y no sólo en las áreas afectadas por la sequía, porque las consecuencias de la insuficiencia alimentaria y nutricional no afectarán solamente a los departamentos del corredor seco, sino al conjunto del país, explicó.

En el llamado corredor seco se ubican cinco de seis departamentos en los que se ha agudizado la falta de alimentos por la sequía, que ha dañado 90 por ciento de cultivos de maíz y frijol de acuerdo con Afp, y hasta 50 por ciento, según Reuters. Son departamentos en los que privan la pobreza y la pobreza extrema.

Expuso que su gobierno no se perderá en una discusión de tecnicismos respecto de si lo que enfrentamos es o no una hambruna. Para nosotros una vida tiene valor incalculable, en particular si se trata de niños.

Explicó que en el país hay alimentos, pero las familias más pobres, que constituyen 51 por ciento de los 13 millones de guatemaltecos, carecen de recursos para comprarlos. Según la Organización de Naciones Unidas, en Guatemala 49 po rciento de los niños menores de cinco años padece desnutrición crónica, uno de los índices más altos del mundo y el mayor de América Latina.

Colom denunció que “una larga historia de inequidad ha hecho que Guatemala viva desde hace mucho tiempo con altos y vergonzosos índices de pobreza y desnutrición.

Esa es la causa de la crisis alimentaria y nutricional que vive el país. Alimentos hay, lo que no hay son recursos para que la población los compre, sostuvo.

La crisis se vio agravada por una temporada irregular de lluvias, derivada del cambio climático y de los efectos de la situación económica internacional, sostuvo.

Colom puntualizó que no esperaremos a estar en nivel de hambruna para actuar.

Recientemente el mandatario declaró que el hambre afecta a 54 mil familias y podría arrastrar al hambre a otras 400 mil antes de que concluya el año.

Al cierre de esta edición se informó que el presidente destituyó al ministro de Salud, Celso Cereso, por tener una actitud inapropiada durante una interpelación ante el Congreso el martes pasado.