El presidente Felipe Calderón insistió ayer en que es posible cambiar la realidad del país y avanzar de manera decidida y en paz, luego de que el titular de la Secretaría de Gobernación, Fernando Gómez Mont, advirtió que los cambios en el gobierno federal no pueden depender de voluntades personales, de intereses particulares ni de arbitrariedades del ánimo.

Reunidos en Palacio Nacional, donde Felipe Calderón encendió un pebetero con el Fuego del Bicentenario, que ayer inició un recorrido por toda la República, como parte de los festejos por la Independencia y la Revolución, Gómez Mont afirmó que el próximo año se debe consolidar la inclusión de todos los sectores que se sienten alejados del ejercicio de gobierno, la cual, precisó, debe darse por la vía de las instituciones

Acompañados por el titular de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), Bernardo de la Garza; de la directora del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, y por Margarita Zavala, los funcionarios coincidieron en que es preciso superar la pobreza y la marginación en la que viven millones de mexicanos.

Calderón llamó a trabajar fuerte y decididamente para que ningún mexicano viva en la miseria y pueda tener acceso a lo más elemental. “Nosotros, la generación del bicentenario, tenemos la obligación de hacer que a nadie se le niegue un médico o una medicina, o un hospital o un tratamiento cuando lo necesite. Eso es difícil de lograr, pero es posible si nos mantenemos unidos y somos capaces de impulsar nuestra alma hacia los ideales y a la esperanza“, apuntó.

En tanto, Gómez Mont sostuvo que la invitación que extendió el presidente Calderón en días pasados es a realizar las acciones necesarias para construir un bienestar compartido del que participen todos los mexicanos.

Desde el gobierno, con una profunda modernización en la concepción de su ejercicio, con la transversalización (sic) del poder hacia los ciudadanos, con un gasto más responsable, incorporando eficiencia y equidad como criterios rectores. Desde la ciudadanía, con la participación, con honestidad, con responsabilidad y con solidaridad.

El responsable de la política interior aseguró que la democracia es la garantía de representación y de participación, desde la coincidencia y la disidencia, y sólo los procesos institucionales ofrecen la estabilidad necesaria para prometerlo siempre.

Hoy tenemos la posibilidad de redefinir nuestra identidad, una identidad que no conozca de intolerancia, de violencia, de marginación, sino que construya en la diversidad y se fortalezca con el acuerdo, dijo Gómez Mont, quien confió en que el ciclo que comenzó al encenderse el pebetero, primero en el Monumento a la Revolución y luego en Palacio Nacional, “sea de instituciones renovadas, de proyectos legislativos reformistas y comprometidos, de una sociedad unida y segura, de gobiernos sensibles y con responsabilidad.

El Fuego del Bicentenario fue recibido en el Monumento a la Revolución por la deportista juvenil Yanelli Caballero, quien lo entregó en el Zócalo al atleta paralímpico Mauro Máximo de Jesús antes de ingresar a Palacio Nacional, desde donde partió, en manos de la campeona mundial de clavados, Paola Espinosa, a todas las entidades del país.