Urumqi, 4 de septiembre. Un millar de integrantes de la etnia han –mayoritaria en China– volvieron a las calles de esta ciudad por tercer día consecutivo para protestar por las agresiones que presuntos integrantes de la minoría uigur han cometido con agujas contra los hanes, que no han causado hasta ahora la muerte de ninguna persona, pero han desatado una ola de terror que este viernes paralizó las escuelas.

Unidades antimotines de la policía provincial dispersaron con gases lacrimógenos la concentración de hanes en el centro de esta ciudad, de un millón 800 mil personas, capital de la provincia de Xinjiang, donde la intervención policial del jueves dejó un saldo de cinco muertos y 14 heridos, según información de la alcaldía de Urumqi.

Las autoridades de salud de Xinjiang informaron que en las pasadas dos semanas han atendido a 476 personas en hospitales locales, de las cuales 433 son hanes. Los médicos han encontrado claras marcas de jeringas en 89 casos. Otros tres fueron reportados este viernes.

El recrudecimiento de la tensión entre hanes y uigures ha traído las primeras repercusiones políticas.

Los hanes, que protestaron este viernes, exigieron al líder del Partido Comunista en Xinjiang que renuncie al cargo, con gritos de ¡Wang Lequan, dimisión!

Según el jefe del Partido Comunista en Urumqi, Li Zhi, los ataques con jeringas son parte de un complot de fuerzas separatistas musulmanas.

La provincia ha sido escenario de crecientes conflictos entre uigures y hanes. El 5 de julio pasado, 197 personas murieron durante enfrentamientos en Urumqi, luego de que miles de uigures salieron a protestar por agresiones contra su comunidad, a manos de hanes. La policía dispersó las manifestaciones, pero además hubo grupos de hanes que atacaron a uigures.

La mayoría de los 8 millones 300 mil uigures profesan el Islam y hablan turco. La provincia de Xinjiang, con 20 millones de habitantes, se localiza en la frontera con Afganistán y Kazajastán, y durante las décadas de 1930 y 1940 adoptó el nombre de Turkestán Oriental, hasta que fue asimilada por la República Popular China.

Urumqi, a 3 mil kilómetros al oeste de Pekín, registró en la década de 1990 un rápido crecimiento de la población han, que entonces representaba 6 por ciento del total y actualmente 40 por ciento, a causa de una política de migración promovida por el gobierno central chino, a raíz de la desintegración de la Unión Soviética.