La economía mexicana experimentó una salida de capitales mayor a la proyectada en los últimos meses, como parte de un proceso en el que empresas privadas transfirieron recursos al exterior para liquidar deudas ante un cambio en las condiciones para obtener financiamiento, aseguró Francisco Javier Duclaud, director de Operaciones del Banco de México.

La salida de recursos para pago de deuda, así como el aumento de los depósitos de empresas y particulares mexicanos en el exterior, no son factores que puedan afectar de manera negativa en los siguientes meses el tipo de cambio del peso, afirmó el funcionario del banco central en declaraciones a La Jornada.

En el primer semestre de este año se registró una salida de capitales de 4 mil 718 millones de dólares, de acuerdo con datos del banco central. Fue la primera ocasión en dos años y medio en que ocurrió este proceso de retiro de recursos del país, que no se daba desde el periodo julio a septiembre de 2006, los meses posteriores a la disputada elección presidencial pasada, en que ocurrió una fuga de divisas de 14 mil 197 millones de dólares.

En particular, los recursos depositados por empresas y particulares mexicanos en bancos del extranjero se incrementaron en 14 mil 483 millones de dólares entre enero y junio pasados, según datos del Banco de México publicados la semana pasada.

En este marco de salida de capitales y aumento de los activos de mexicanos en el exterior, la comisión de cambios, integrada por funcionarios del Banco de México y la Secretaría de Hacienda, decidió el martes pasado que a partir del próximo mes suspenderá una subasta diaria de dólares por 50 millones de dólares, que ofrecía al mercado financiero para mantener cubierta la demanda de divisas.

Este mecanismo de subastas inició el 9 de marzo, con la venta diaria de 100 millones de dólares. A partir de las proyecciones sobre la necesidad de financiamiento del déficit de la cuenta corriente –que mide todos los requerimientos de divisas del gobierno y empresas– el 9 de junio la oferta disminuyó a 50 millones de dólares diarios y a partir del primero de octubre ya no habrá subastas.

Cuando inició la primera subasta, la proyección de la comisión de cambios fue que el déficit de la cuenta corriente sería de 24 mil millones de dólares este año; luego fue ajustado a 18 mil millones de dólares y después a 11 mil 600 millones en la proyección publicada el martes pasado.

El ajuste a la baja en la proyección de requerimientos de divisas, explicó Duclaud, obedece a la fuerte caída de 10.3 por ciento de la actividad económica en el primer semestre del año, que provocó una caída en la demanda de importaciones y, por tanto, de divisas para pagarlas.

–¿A qué obedece el aumento de los activos financieros de mexicanos en el exterior?

–Probablemente lo que pasó es que algunas empresas mexicanas y algunos participantes mexicanos depositaron más dinero en el exterior que lo que teníamos antes previsto. Es una salida, en pocas palabras, que es mayor que la que teníamos proyectada.

–¿Y esta salida qué significa?

–No es que esté pasando algo necesariamente. Estamos en un régimen de flotación. Entonces, lo que probablemente estuvimos observando es que en el primer semestre se dio un incremento importante de depósito y tenencia de valores en el exterior por parte del sector no bancario mexicano. Parte de esto tuvo que ver con todo el problema del mercado de derivados, hubo ahí ajustes que se dieron como consecuencia de la crisis que generaron que el monto de activos por parte de mexicanos en el exterior aumentara de manera importante.

–¿Las empresas se estaban protegiendo por lo que pasa aquí?

–No necesariamente, yo no lo plantearía así. Vimos un proceso de desendeudamiento del sector corporativo mexicano muy importante. Lo que típicamente ocurre cuando se da un proceso de esa naturaleza es que los activos de mexicanos en el exterior tienden a aumentar.

Duclaud consideró que hay empresas mexicanas que, por el puro negocio en que están, sus necesidades de financiamiento bajaron porque la demanda por sus productos disminuyó. Otras empresas lo que están haciendo es sanear sus balances, se están desendeudando, estaban a lo mejor demasiado endeudadas y dadas las nuevas condiciones de crédito internacional lo que han hecho es disminuir sus pasivos, lo cual debiera de ser algo sano a la larga, consideró.

–¿Los requerimientos de divisas del gobierno federal, las amortizaciones de deuda externa privadas y públicas no alteran la estimación de demanda de divisas?

–De hecho este escenario tiene previsto todo eso, en estos números que publicamos ya se tiene contemplado lo que va a hacer el gobierno con su política de endeudamiento de aquí a fin de año.